Los cristales de los coches son el objetivo de la publicidad que exhibe, para su explotación, el cuerpo de las mujeres. En muchos de nuestros barrios forman parte del paisaje urbano, por temporadas invaden los coches pero nunca desaparecen a pesar de las críticas y de las diferentes acciones que la vecindad ha protagonizado. En muchos distritos, como en Ciudad Lineal o Tetuán, las asociaciones vecinales llevan mucho tiempo movilizadas para visibilizar el problema y denunciar lo que hay detrás de esta publicidad sexista y vejatoria: explotación sexual y trata de mujeres.
El 23 de septiembre, con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, la artista visual Yolanda Domínguez ha creado la acción “Parasoles” a la que se ha unido la FRAVM y sus dinamizadoras y dinamizadores vecinales. Las asociaciones vecinales, sensibilizadas con esta problemática y comprometidas con su denuncia, podrán difundirla y distribuir los parasoles entre la vecindad de los diferentes distritos de Madrid.
Con el apoyo de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, la artista visual Yolanda Domínguez ha creado los materiales para una acción urbana consistente en la colocación de los parasoles que muestran el rechazo a la distribución de publicidad “que ofrecen cuerpos de mujeres como si fuesen mercancía”.
En el acto de arranque de la acción, la delegada del Gobierno Victoria Rosell ha destacado que desde el ejecutivo se están impulsando iniciativas clave para garantizar la asistencia integral de las víctimas. Entre ellas se encuentra la acreditación de víctimas de trata para ampliar la vía de entrada al sistema de protección social.
La representante de la FRAVM, Ana Martínez, de la Asociación Vecinal de Quintana, ha puesto de manifiesto que la acción supone una continuidad de las acciones de la vecindad y ha destacado la importancia del papel de los vecinos y vecinas para luchar contra la presencia de flyers en las calles de nuestros barrios, un empeño que viene realizándose desde hace ya varios años con la campaña “No Acepto”. Carmen Míguez, de la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán, también ha representado a la FRAVM en el arranque de la iniciativa.
Espacio libre de trata
Con la colocación de los parasoles con el texto “Este es un espacio libre de trata” se pretende disuadir de la distribución de los flyers y visibilizar que vecinos y vecinas se muestran en contra de la explotación sexual de las mujeres y de la trata, y que por ello se oponen a este tipo de publicidad.
La acción ha arrancado el 23 de septiembre ya que es el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, una fecha que se instauró en la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Daca, Bangladesh, en enero de 1999. La fecha conmemora que fue un 23 de septiembre, en el año 1913, cuando se promulgó la primera norma legal en el mundo contra la prostitución infantil, fue en Argentina con la denominada “Ley Palacios”, redactada e impulsada por el diputado socialista Alfredo Palacios.
La trata de seres humanos consiste en la compraventa y explotación de personas y afecta mayoritariamente a mujeres y niñas. El tráfico de personas está condicionado por factores como la pobreza, la discriminación, la desigualdad de género, la violencia contra las mujeres, la falta de acceso a la educación, los conflictos étnicos y los desastres naturales. Según Naciones Unidas, en el mundo, 1,8 millones de personas sufren la lacra de este delito cuya magnitud y rentabilidad solo es equiparable al tráfico de drogas y de armas.
En su estrategia de lucha contra la trata de seres humanos (2021-2025), la Comisión Europea señala que entre 2017 y 2018 se registraron más de 14.000 víctimas de tráfico de personas dentro de la Unión Europea y que las víctimas son principalmente mujeres y niñas objeto de trata con fines de explotación sexual.
La acción”Parasoles” tiene como objetivo combatir la idea de que las mujeres son objetos con los que se puede comerciar y visibilizar uno de los mayores problemas de la prostitución que es la trata de personas. Para ello utiliza el mismo espacio en el que se colocan estos folletos de venta de cuerpos de mujeres lanzando un contra mensaje desde los parabrisas de nuestros coches, que son espacios libre de trata.
El objetivo de la acción es que la vecindad coloque el mayor número de parasoles para crear una llamada de atención sobre la trata y manifestar que ninguna mujer, niño o niña debe ser tratado como mercancía.