Allí instalará una mesa desde la que informará a los viandantes y recogerá firmas para que las administraciones actúen “para regular este fenómeno que está generando un sin fin de conflictos vecinales, y está poniendo en peligro el derecho a vivir en nuestros barrios, con nuestras familias, a pasear por nuestras calles, a comprar en nuestros establecimientos vecinos y de cercanía, y a disfrutar en definitiva, de nuestra ciudad”, sostiene la entidad ciudadana.
La asociación, como ha subrayado siempre, no rechaza el turismo: “nosotros queremos un barrio, un centro de la ciudad, donde quepamos todas: niños y ancianos, turistas y vecinos, donde la vivienda sea lugar de residencia de los vecinos, donde el respeto a los derechos de estos sea una realidad, donde las normas de uso están claras y sirvan para que algunos dejen de lucrarse a costa de la convivencia y del respeto que todos nos merecemos” sostiene en su convocatoria.
La entidad lleva meses denunciando una situación que viene de lejos pero que no deja de empeorar. El pasado 26 de julio presentó en el Ayuntamiento de Madrid una serie de solicitudes de incoación de expedientes de disciplina urbanística contra siete edificios de apartamentos turísticos y siete viviendas de uso turístico dispersas en otros bloques del barrio. Ese día señaló 208 pisos, que se sumaron a otros 42 de una denuncia previa. Debido a las graves molestias que su actividad lucrativa genera en la vecindad y ante el incumplimiento de diversos preceptos normativos, la entidad demandó a la Dirección General de Control de la Edificación la suspensión cautelar de todos ellos, es decir, su clausura como establecimientos de hospedaje.
Pero, más allá del Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid es en última instancia la administración responsable de la proliferación descontrolada de las viviendas de uso turístico, dadas sus competencias en la materia. La Asociación Vecinal de Sol y Barrio de Las Letras ha remitido a los responsables autonómicos numerosos ejemplos de pisos del barrio que, de manera irregular, son empleados como alojamientos turísticos. Se trata de viviendas diferentes a las denunciadas ante el Consistorio, y que cuentan con permiso de la Comunidad de Madrid. Ninguna de las dos administraciones ha hecho nada hasta el momento para resolver este grave problema.
La semana que viene la asociación presentará en el Ayuntamiento una nueva batería de denuncias de pisos turísticos.
El colectivo vecinal calcula que a día de hoy el 90% de los edificios del barrio de Las Letras (10.000 habitantes) alberga al menos una vivienda turística. Además, tiene localizados 30 edificios dedicados en exclusiva o con un porcentaje superior al 85% de sus viviendas a este tipo de uso comercial.