Quienes no entienden de respeto a los valores humanos y la educación, y se dedican a fomentar el odio, llenaron el mural, hace días, de pintadas y mensajes contrarios; pero, una vez más, y cumpliendo la promesa de mantener con dignidad el mural, se ha procedido a su restauración.
Tal y como sostiene la Plataforma Calle Maestra Justa Freire, de la que forma parte la FRAVM, “esta acción se enmarca en la reivindicación de calles dignas en la ciudad de Madrid, que todavía mantiene vestigios de exaltación del golpe militar y la posterior dictadura franquista, contrarios a la vigente ley de Memoria Democrática”.
“Convencidos además de que, pese a la mayoría absoluta alcanzada en el Ayuntamiento de Madrid por quienes defienden todavía esos símbolos contrarios a la cultura y las libertades democráticas, tarde o temprano se verá restituido el nombre de la Maestra Justa Freire en la calle ahora dedicada a un general que proclamaba su odio a la inteligencia y daba vivas a la muerte”, apostilla.
La acción de restauración del mural de la pedagoga ha coincidido además con la publicación de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que condena al Ayuntamiento de Madrid a restituir los nombres de las calles Indalecio Prieto y Largo Caballero en el callejero madrileño, y la reconstrucción de la placa destrozada en su día en honor a este último.