La entidad eclesiástica ha cedido el desarrollo del nuevo negocio a la empresa Ingesport, que bajo la marca Go Fit explota actualmente algunos polideportivos municipales privatizados de la capital como el de Vallehermoso. Buena parte de los habitantes de la zona rechaza un proyecto que no solo es “absolutamente innecesario” sino que supone un auténtica agresión “al patrimonio histórico del casco antiguo de Hortaleza”, en palabras de la plataforma vecinal que se ha puesto en marchapara impedir su ejecución.
Sus integrantes, entre los que se encuentran asociaciones vecinales, culturales y agrupaciones políticas, saben que no lo tienenfácil, pues el pasado mes de mayo, el Ayuntamiento de Madrid, con los votos de Ahora Madrid y el Partido Popular, aprobó de manera definitiva el llamado Plan Especial de los Paúles, que da cobertura a la operación urbanística. El delegado del Área de Urbanismo Sostenible del Consistorio, José Manuel Calvo, justificó esta tramitación por la ausencia de alegaciones ciudadanas al proyecto. La plataforma, por su parte, se queja del “sigilo” con el que se fraguó una operación que lleva “dando vueltas por el Ayuntamiento” desde el año 2014.
Así, muy pocos habitantes de la zona se enteraron en su momento de la aprobación del plan especial. Pero, a medida que han trascendido sus consecuencias, han ido aumentado las voces críticas. A día de hoy, más de 800 personas han firmado en contra del proyecto a través del portal Change.org. El pasado 23 de octubre, acompañados por varios representantes políticos y vecinales, un centenar de vecinos se concentró en la plaza de la iglesia de Hortaleza por el mismo motivo y el pasado viernes, en una reunión plenaria, la plataforma decidió dar un nuevo impulso a la movilización en la calle a la par que trata de abrir una vía de negociación con el Ayuntamiento.
En este marco, uno de sus portavoces, Javier Díaz Muñoz, la vicepresidenta de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y miembro de la Coordinadora de Entidades de Hortaleza, María del Carmen Lostal, y el responsable de Urbanismo y Vivienda de la FRAVM, Vicente Pérez Quintana, mantuvieron un encuentro el pasado lunes 7 de noviembre con José Manuel Calvo, sin lograr avance alguno. El concejal se limitó a defender la legalidad de la operación y a estudiar, para solventarlos, los problemas de movilidad que puede generar en la zona la apertura de las 300 plazas de garaje del complejo de ocio así como a garantizar la conservación, si los hubiera, de restos arqueológicos que puedan aparecer en el subsuelo como resultado de las obras.
Pero más allá de las consecuencias negativas en la movilidad de la zona, la operación supone un atentado contra el patrimonio arquitectónico y cultural del distrito. Tal y como indica la Plataforma en Defensa del Casco Antiguo de Hortaleza, la plaza de la iglesia se mantiene intacta desde el siglo XIX, “y es uno de los pocos vestigios del antiguo pueblo que fue nuestro barrio. Las obras del gimnasio acabarán con dos edificios anteriores a 1870, supondrán la tala de árboles y tendrán un gran impacto visual en el entorno: el nuevo gimnasio ocultará la iglesia neomudéjar de San Matías, uno de los iconos de nuestro distrito”, concluye.
Trackbacks/Pingbacks