Tras las últimas agresiones en el centro de Madrid, “comprendimos que no eran sino la expresión de nuestra visibilidad allí donde se daban -no por casualidad, en el Centro, tras años de manifestaciones que nos abrieron un hueco en nuestra ciudad y, por supuesto, entre quienes legislaban sobre nuestros derechos-”, indicaron en un comunicado Usera con Orgullo y Villaverde Entiende, las dos plataformas que impulsaron la marcha sur con el apoyo de las asociaciones vecinales La Unidad de Villaverde Este, La Unidad de San Cristóbal, AVIB, AV La Incolora, AV Los Rosales, AV Zofío y AV Orcasitas, la Delegación de la FAPA de Villaverde, así como otros colectivos sociales y políticos.
“Comprendimos, por tanto, -continuaron- que existe un mapa desigual y nada caprichoso donde poder ser tú misma u ocultarlo según el distrito en el que vivas. Una geografía donde la diversidad se revela a dos velocidades. Durante años, imaginamos que las repetidas marchas del Orgullo en el Centro tendrían un efecto de desborde, que el tsunami que suponían terminaría salpicando a nuestros distritos. Algo se ha conseguido, pero no es suficiente. Y ahí es donde entramos nosotras: la batalla para conquistar espacios de igualdad tenía que trasladarse a los barrios, a cualquier lugar donde nuestra gente se vea en el dilema entre irse o vivir ocultándolo”.
Y es que, subrayan los colectivos LGTBI del sur de la capital, “la clave no podía ser darle respuesta a ese dilema, sino cambiar nuestros barrios. Militar aquí, marchar aquí, manifestarnos aquí. Si hay un desahucio en Moratalaz o Vallecas, no se para en Chamberí, sino en Moratalaz o Vallecas. Si hay homofobia en Usera, Arganzuela o Villaverde, se marcha por Usera, Arganzuela o Villaverde”.
“Esto no es un enmienda a la manifestación que se hace todos los años en el Centro, cuya lectura final compartimos con el Orgullo Crítico”, aclaran. “Es el modo que tenemos de tirarle de la sisa a quienes no se acuerdan de nosotras, de decirles “Estamos aquí y estamos para quedarnos”. Porque el nuestro es un doble orgullo: orgullo de lo que somos y orgullo, también, de los barrios de donde venimos. Porque no queremos irnos, porque queremos ser lo que somos y serlo en todas partes. Y que, entonces, nos miren a la cara y respondan a una pregunta muy sencilla: ¿Nos vais a dejar solas? ¿Nos vais a dejar solos?. La masacre de Orlando cuyo propósito no era otro que atemorizarnos, dicho todo lo anterior, no ha hecho más que confirmárnoslo”.
“Queremos que nuestras vecinas y vecinos del sur no se limiten a ver el Orgullo por la tele, siempre como algo exótico y lejano. Las lesbianas, gais, transexuales, bisexuales o intersexuales de nuestros barrios no somos nada insólito ni estamos tan lejos. Somos la vecina de en frente, el conductor de autobús o el grupo de adolescentes que queda para estudiar en la biblioteca. Bastará con asomarse a la ventana para vernos, si no es que deciden sumarse y celebrar que somos muchas y diversos los que trabajamos por la igualdad. Y, de paso, decirle a nuestra gente, a los que viven con miedo, a quienes no ven más salida que escapar o encerrarse en un armario a perpetuidad, que no les exigimos ser héroes o heroínas, pero que estamos aquí y no están solos”, concluyen Usera con Orgullo y Villaverde Entiende en su comunicado.
La marcha partió de la parada de Metro Villaverde-Cruce y realizó paradas en San Fermín-Orcasur y Legazpi antes de unirse en la plaza del Emperador Carlos V a la manifestación estatal.