De hecho, la mayor parte de las 37 Zonas Básicas de Salud seleccionadas se ubican en barrios que padecen desde hace años, e incluso décadas, unos índices sociodemográficos más que alarmantes. Almendrales, Zofío, San Fermín, Orcasur, San Cristóbal de los Ángeles, Los Rosales, San Diego, Entrevías, El Pozo, La Elipa, Vista Alegre, Vallecas Villa, Parla, Fuenlabrada…viajan desde hace mucho tiempo en el vagón de cola de nuestra comunidad autónoma. Pero, nuestros gobernantes, en vez de invertir en infraestructuras, equipamientos y servicios para que salgan de este lugar, con sus políticas y medidas, no hacen más que ahondar en la brecha que las separa del resto de la ciudad y la región.
Las restricciones a la movilidad y al ocio anunciadas hoy no solo no ayudan a mejorar las cosas sino que aumentan el sentimiento de abandono y la ira en una población a la que continuamente se estigmatiza y hoy culpabiliza por la expansión del virus, además de promover fracturas hasta ahora inexistentes en nuestros barrios y distritos. Sentimiento y rabia que comparten sus asociaciones vecinales, que tras escuchar a Isabel Díaz Ayuso no pueden sino subrayar, punto por punto, el Manifiesto por la Dignidad del Sur ante la segunda oleada que ayer hicieron público los colectivos barriales de Villaverde, Carabanchel, Usera, Puente y Villa de Vallecas y la propia FRAVM.
Nos resulta absolutamente indignante que nos pidan responsabilidad y colaboración cuando en la comparecencia de esta tarde el Gobierno regional no ha sido capaz de anunciar medida alguna para poner fin a las aglomeraciones en el Metro y el Cercanías que sufrimos cada día, acabar con el colapso en la Atención Primaria, atender las patologías no Covid-19 en los centros sanitarios, facilitar los desplazamientos peatonales seguros, evitar las acumulaciones de familias a las puertas de los colegios, reducir más aún las ratios en los centros educativos y laborales y un largo etcétera de actuaciones realmente eficaces para doblar la maldita curva.
Pero además, estamos convencidos de que lo aprobado servirá de poco, especialmente en una ciudad hiperconectada como Madrid. Ya lo decíamos ayer. O confinamos todos los barrios o ninguno. Solo así frenaremos de verdad el avance de la pandemia.
Carece de toda lógica, amén de ser tremendamente injusto y segregador, que los vecinos y vecinas de las 37 zonas afectadas puedan salir de ellas para ir a trabajar, haciendo circular el virus por la ciudad y la región, pero tras la jornada laboral deban confinarse en sus casas. Para colmo, cierran los parques y zonas verdes de sus barrios, espacios al aire libre donde poder respirar y relajarse (cumpliendo las medidas de seguridad), ¡pero no los bares o los locales de apuestas!
Por ende, nos preguntamos cómo piensa la Comunidad de Madrid restringir la circulación en unas zonas cuyos límites no conocen ni los propios vecinos y vecinas, ya que son absolutamente permeables y difusos. Es imposible. Cada medida que adopta este gobierno incrementa la confusión, el caos…y la desesperanza en la ciudadanía.
Pero no es momento de agachar la cabeza sino de gritar y hacer valer la dignidad y el orgullo de nuestros barrios, unos barrios que hoy se sienten cuestionados y atacados. En las próximas horas y días, sus asociaciones vecinales, en el marco de la FRAVM, valorarán el nuevo escenario y, si así lo deciden, impulsarán las movilizaciones que sean necesarias para hacer oír su voz.
Puedes ver el “Manifiesto por la Dignidad del Sur ante la segunda oleada” en el siguiente enlace:
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