Las firmas responden a dos peticiones que fueron abiertas hace poco más de un mes por dos vecinos afectados. La primera, que ha conseguido más de 16.500 apoyos, solicita la retirada del negocio que está a punto de abrir sus puertas en la calle Alejandro Ferrant, 8 (change.org/SalvemosMigueldeUnamuno). Su creador, Ricardo Rodríguez, alerta de “las graves consecuencias” que tendrá el funcionamiento de las 12 cocinas previstas sobre la salud de la infancia: “este caso presenta el agravante de la proximidad al colegio Miguel de Unamuno, que ocupa el edificio contiguo al negocio, con alumnos de entre 3 y 12 años. Las chimeneas descargarán los humos, incidiendo directamente en el edificio y patio del colegio y el sentido de circulación de la calle obligará a que todo el tránsito de circulación pase por delante de las distintas puertas del centro escolar. ¿A quién le gustaría que sus hijos respiren el humo de las cocinas industriales mientras están en el colegio?” se pregunta Rodríguez, que ha registrado esta mañana las firmas recogidas acompañado de responsables de la Asociación de Familias del Alumnado del centro escolar y de la Asociación Vecinal Pasillo Verde Imperial.
La plataforma de afectados por este negocio ha convocado en las últimas semanas diversos actos de protesta para denunciar “los ruidos que provocarán estas cocinas, los olores, el trasiego continuo de repartidores y proveedores y en definitiva la contaminación acústica y ambiental que perjudicará gravemente la salud de los alumnos y el vecindario”, según ha explicado esta mañana el impulsor de la petición. La semana pasada, el alcalde de Madrid accedió a hablar con las familias y vecinos afectados pero “sin adquirir compromisos reales de solución al problema”, ha subrayado Rodríguez.
“Pese a que el Ayuntamiento de Madrid se comprometió a revisar la regulación de estos usos urbanísticos y nuevas actividades económicas para garantizar su compatibilidad con la convivencia vecinal, estos proyectos siguen su curso”, ha asegurado este vecino de Arganzuela, antes de pedir apoyo para que se paralice el proyecto de inmediato: “hoy nos afecta a nosotros, pero mañana te puede afectar a ti”, ha apuntado.
La segunda petición pide el cierre de las 21 cocinas fantasma que desde el pasado mes de agosto funcionan en el número 10 de la calle José Calvo, en el distrito de Tetuán. “Estas cocinas generan humos de todo tipo de comidas desde las 10 de la mañana hasta las 12 de la noche, ¿te imaginas vivir así?”, indica Sebastián Severino, el creador de la petición. A esto se suman las grandes aglomeraciones de riders y la acumulación de basura diaria en la puerta de su domicilio, tal y como recoge el texto de la recogida de firmas (change.org/stopcocinasfantasma). A día de hoy, esta petición lleva más de 15.700 apoyos. Los afectados por este negocio eran muy visibles en la concentración de esta mañana. Junto a ellos estaban personas damnificadas por cocinas fantasma de la calle Canillas (Chamartín) y San Bernardino (Centro), así como representantes de las asociaciones vecinales Valle Inclán de Prosperidad y Cuatro Caminos-Tetuán.
El responsable de Urbanismo y Vivienda de la FRAVM, Vicente Pérez Quintana, antes de registrar las firmas de las dos peticiones de Change.org en el Palacio de Cibeles ha insistido en que “el Ayuntamiento miente cuando dice que no puede hacer nada hasta que cambie las normas urbanísticas. Puede perfectamente seguir el ejemplo de Barcelona y declarar una moratoria de licencias, que es lo que realmente pedimos mientras regula este fenómeno adecuadamente. Hay que actuar ya, porque el problema lo tenemos ahora, no podemos esperar a que se modifique el Plan General de Urbanismo, porque cuando esto suceda habremos perdido un tiempo precioso y el problema puede crecer hasta hacerse incontrolable”, ha asegurado.
El Ayuntamiento de Barcelona suspendió las licencias de las cocinas fantasma en marzo, y no las reactivará hasta que no apruebe una nueva regulación.