El confinamiento impuesto por la pandemia de la Covid-19 puso de manifiesto la necesidad de que la población escolar dispusiera de medios telemáticos para poder seguir el ritmo escolar. Muchas familias no contaban con los equipos necesarios para que sus hijos e hijas pudieran asistir a sus clases cuando se hizo obligada la formación on line.
En colegios de barrios como Palomeras Bajas, Fontarrón, Puerta del Ángel, San Isidro o San Blas, asociaciones de la FRAVM entregaron tablets, además de otro material escolar, que fue vital para muchos escolares. Las asociaciones vecinales de cada barrio son quienes sirven de enlace para llegar a los equipos directivos de las instituciones educativas. El pasado año se alcanzó a un total de 2.952 chicos y chicas de diferentes niveles educativos ya que el proyecto incorporó tanto a colegios de Primaria como a Institutos de Educación Secundaria, y en 2021 se ha incluido también a una Escuela Infantil.
La experiencia, que fue muy valorada por toda la comunidad educativa, se repite este curso en más barrios de la capital. Ana Cabana, de la Asociación Vecinal Alto de San Isidro, considera que “es un proyecto beneficioso para todo el mundo, tanto para las asociaciones como para los coles y los chavales”. Cabana valora también que “las asociaciones, debido al contacto con el vecindario, son un buen intermediario para colaborar con los colegios”.
Desde el año 2009, gracias a los Planes Integrales de Barrio (antes llamados Planes de Barrio) que la FRAVM concierta con el Ayuntamiento de Madrid, se han desarrollado miles de actuaciones de todo tipo que contribuyen a mejorar la vida de los vecinos y vecinas de algunas de las zonas más castigadas de la capital, así como a avanzar en el reequilibrio territorial de la capital.