Durante once años, decenas de personas han estudiado interpretación, han modulado su voz y se han atrevido con la improvisación en la Escuela de Teatro de Villaverde, situada en el Centro Cultural San Cristóbal de los Ángeles, en el distrito de Villaverde.
El pasado mes de diciembre y, habiendo abonado la matrícula del curso 2011/2012, recibieron de la Junta Municipal la noticia de que la escuela será próximamente clausurada. El anuncio ha caído como un jarro de agua fría entre las alumnas y alumnos, que recuerdan que la escuela ha dado cabida a la “inquietud de jóvenes y adultos que buscábamos en el teatro no solo un vehículo de ocio, sino también una puerta a la cultura y a la formación actoral”. Recuerdan, asimismo, que durante este tiempo han representado obras de Lorca, Shakespeare, Bertolt Brecht, Tennessee Williams, Aristófanes, etc. de forma gratuita en los centros culturales del distrito. Los profesores de la escuela daban clase, además, en 13 colegios públicos e institutos del distrito.
Los alumnos, subrayan, se sienten “agraviados” por la decisión “unilateral” de la Junta Municipal de Villaverde. “Entendemos –aducen– que atravesamos tiempos difíciles pero, como dijo sir Lawrence Olivier `en una pequeña o gran ciudad o pueblo, un gran teatro es signo de cultura, y en los barrios del sur de Madrid, la oferta cultural es algo que no sobra”. Tanto el alumnado como las asociaciones vecinales del distrito, que defienden el mantenimiento de la escuela, piden a la junta que haga un esfuerzo por mantener una escuela que apenas costaba 16.000 euros anuales a las arcas municipales, “una partida minúscula comparada con los actos de relumbrón que, de forma puntual, organiza el Ayuntamiento de la capital”.
Los alumnos, que han recogido 1.500 firmas de otros tantos vecinos que rechazan la medida han dado traslado de su oposición al presidente de la Junta Municipal, Joaquín María Martínez, a quien han pedido el reinicio de la actividad por la que ya el alumnado ya ha abonado la matrícula correspondiente al curso 2011/12 y una reunión, demanda que todavía no ha obtenido respuesta.