La participación de sus asociaciones vecinales y otros colectivos sociales ni siquiera será posible de manera virtual.
“No entendemos qué sentido tiene organizar un debate sobre el estado del distrito sin la presencia de representantes de los movimientos sociales, solo entre los partidos políticos que ya debaten cada semana, cada día, en la junta. Para hacer algo así, sin que los vecinos y vecinas y sus asociaciones puedan expresarse, pensamos que es mejor suspenderlo”, sostiene Manolo Osuna, de la Asociación Vecinal La Corrala de Lavapiés, recogiendo el sentir general del movimiento vecinal del distrito.
“Si el problema tiene que ver con el respeto a las medidas sanitarias consecuencia de la Covid-19, la solución es tan sencilla como trasladar el debate de las dependencias de la Junta Municipal a un lugar suficientemente amplio, como pueden ser los salones de actos de los centros culturales Puerta de Toledo o Conde Duque. Estos equipamientos tienen espacio de sobra para acoger a los partidos políticos y a los delegados de las 15 entidades vecinales y sociales que solemos participar habitualmente en estos debates”, indica Osuna.
Se da la paradoja de que a pesar de que no se ha invitado a ninguna asociación al debate, el orden del día que la junta ha enviado a los partidos políticos incluye un punto de tres minutos de duración reservado a la intervención de representantes de asociaciones vecinales y sociales, un hecho que sin duda responde a un error consecuencia de un burdo “copia-pega” de un documento precedente.
“Con nuestra exclusión en el debate de mañana el Ayuntamiento se carga la única vía que teníamos los vecinos y vecinas para discutir sobre los problemas del distrito con nuestros representantes políticos en un espacio público”, se queja Manolo Osuna.
Esta situación se une a una serie de hechos de los últimos meses que suponen un grave deterioro de la participación ciudadana en el distrito, como la reciente peatonalización de la Puerta del Sol (que se ha realizado sin consultar a las vecindades afectadas), la anulación de decenas de proyectos ya aprobados de los Presupuestos Participativos o la cancelación de la cesión de la Casa del Cura de Malasaña a colectivos vecinales.
Imagen: AV Cavas-La Latina