La crisis económica se ha convertido en la excusa de los gobiernos estatal y autonómicos, alentados por el Banco de España, para convertir definitivamente a las Cajas de ahorros en bancos privados. La transformación de Caja Madrid en BANKIA, junto con otras seis Cajas (de Castilla León, La Rioja, Cataluña, Canarias y la Comunidad Valenciana), pondrá en manos de grandes inversores los casi 150.000 millones de euros de los ahorros de los madrileños. Las peores consecuencias de estas medidas las sufrirán las familias trabajadoras.
La bancarización de las cajas de ahorros conllevará, entre otras, la destrucción de cerca de 30.000 puestos de trabajo y de uno de sus principales efectos positivos y seña de identidad, la Obra Social. Sólo en Bankia se destruirán unos 4.000 empleos, la mayoría de Caja Madrid, cuya Obra Social se verá reducida a la mitad.
A juicio de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y de otras entidades ciudadanas de la región, nuestros ahorros deberían estar a salvo de los especuladores, a cargo de una banca pública cuya constitución debería partir de la conversión de las cajas en entidades públicas.