La muerte de un vecino de 72 años del barrio de Santa Eugenia en Vallecas provocada ayer por la caída de una rama, sumada a la producida en el parque del Retiro el pasado mes de junio, pone de manifiesto la gravedad de un problema sobre el que los vecinos llevaban tiempo alertado. Horas antes del fatal accidente, eran registrados dos incidentes: una rama de grandes dimensiones caía en un parque infantil del distrito de Latina y otro desprendimiento sorprendía a los vecinos del barrio de San Juan Bautista, en el distrito de Ciudad Lineal. Que en los últimos meses el pésimo estado de conservación de los parques no haya provocado más víctimas ha sido una cuestión de mera suerte.
La nula respuesta del Ayuntamiento de Madrid a las constantes denuncias efectuadas por las vecinas y vecinos constituye una grave irresponsabilidad.
La Asociación Vecinal La Colmena de Santa Eugenia, por poner solo un ejemplo, había denunciado en el pleno de la Junta Municipal de Villa de Vallecas el lamentable estado de conservación de los parques de su barrio. La revista de la entidad recogía en su último número un exhaustivo informe que reflejaba de forma pormenorizada la situación. Pero no ha sido la única: asociaciones vecinales de otros barrios de la capital han hecho lo propio durante los últimos meses, así como la propia Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que denunció al delegado de Medio Ambiente del Consistorio, Diego Sanjuanbenito, el llamativo empeoramiento del mantenimiento de las zonas verdes de la capital, que coincidía con el incremento de la suciedad de las calles. Todo ello deriva del agrupamiento de los contratos en un contrato integral de prestación de servicios aprobado en agosto de 2013 que, en la práctica, supuso un recorte no solo cuantitativo (hay 228 jardineros menos en la capital) sino también cualitativo. “El Ayuntamiento ha rebajado la vigilancia de la calidad del trabajo desempeñado hasta rozar la negligencia”, apunta Paco Caño, responsable de Medio Ambiente de la FRAVM. “Lamentablemente –añade–, hemos tenido que llegar a esta situación para que se tomen el serio las advertencias hasta ahora trasladadas. Esperamos –remacha– que su respuesta esté a la altura de la gravedad de un problema cuyo alcance ha costado ya la vida de dos personas”.