– Rechazamos las instrucciones impartidas por la Consejería que significan una reducción de más de 3.000 profesoras y profesores. Esto significará un número mayor de alumnos y alumnas por docente, una sobrecarga de trabajo para éstos, mayores dificultades para realizar desdobles, y alejar aún más la necesaria atención personalizada.
– Todo esto significará una merma en la calidad de la educación que recibirá el alumnado, en particular los que presentan mayores necesidades, lo que redundará negativamente en la marcha de los centros docentes.
– Las ofensas que están recibiendo estos días el profesorado son motivo más que suficiente para que las personas que las profieren presenten su dimisión, ya que no son dignas del cargo público que ostentan.
– La pretendida razón de reducir gastos por la crisis resulta engañosa, ya que mientras se recorta en la pública, se aumenta la dotación en las escuelas privadas y concertadas, y se reducen ingresos por las desgravaciones fiscales a los padres de estas modalidades; a la par que se regala suelo público a la Iglesia y otros privados para que construyan centros.
– La educación, como otros servicios esenciales, no debe considerarse un gasto susceptible de recortes. Si falta dinero, deberían reducirse otras partidas inútiles o propagandísticas, así como restablecer la recaudación a las rentas más altas.
A estos recortes hay que sumar los medios cada vez más escasos, los centros sin construir, abandonados o a medio hacer, etc., que agravan aún más las dificultades que viene padeciendo la educación madrileña desde hace años.
Nos oponemos radicalmente a que los recortes afecten a la educación infantil aduciendo que no es un nivel obligatorio
Creemos firmemente que estos recortes, además de dejar en la calle a miles de trabajadores y trabajadoras, son un grave atentado contra los derechos y servicios públicos de calidad a los que tenemos derecho la ciudadanía. Y por todo ello, porque no se trata de un conflicto laboral sin más, sino que nos afecta al conjunto de la sociedad, queremos mostrar nuestra solidaridad y apoyo a la lucha que están llevando a cabo el profesorado y la comunidad educativa madrileña, comprometiéndonos a difundir y participar en cuantas movilizaciones sean convocadas para este fin.