Imagina que con la Covid-19 te has quedado en paro y que el subsidio de desempleo que percibes es tan modesto que a fin de mes debes de elegir entre comprar comida o las medicinas que te ha recetado tu médico y que son imprescindibles para poder seguir adelante. Imagina que tienes dos menores a tu cargo y una hipoteca o un alquiler que pagar cada mes…Esta situación, durísima, es la que viven hoy muchas familias madrileñas. Y es que, aunque parezca mentira, el Estado y la Comunidad de Madrid no cubren el 100% del precio de los medicamentos recetados por las y los facultativos médicos a personas con bajos recursos.
Sí lo hace con aquellas que perciben Rentas Mínimas de Inserción, el Ingreso Mínimo Vital, pensiones no contributivas tanto de jubilación como de invalidez, y con las que han agotado un subsidio por desempleo. Pero hay muchos ciudadanos y ciudadanas que, a pesar de su situación de vulnerabilidad, quedan fuera de esta bonificación: desde trabajadores pobres hasta vecinos y vecinas sin la documentación en regla, pasando por personas que cobran alguna pequeña pensión contributiva, prestación o subsidio por desempleo.
Todos ellos y ellas deben hacer frente al 40% o incluso a la totalidad del valor de los medicamentos y “muchas veces no pueden asumirlo, viéndose abocados a un empeoramiento de la salud y de la calidad de vida”, sostiene la Asociación Vecinal La Incolora, entidad que desde el pasado 4 de noviembre impulsa en Villaverde Alto una campaña con el fin de paliar esta situación y que ha denominado “Incofarmacia”. Gracias a Incofarmacia, desde entonces ha recaudado 1.255 euros de vecinos y vecinas solidarios, y ha gastado 602,71 euros para atender 14 demandas.
Estas demandas de medicamentos llegan siempre a través de la trabajadora social del Centro de Salud San Andrés, que junto a la farmacia Pérez Romero, situada en el barrio, y la asociación vecinal, componen el triángulo solidario que da vida a esta modesta pero extraordinaria iniciativa. “No atendemos a cualquier persona de Villaverde y mucho menos de Madrid, solo a aquellas adscritas al Centro de Salud de San Andrés. De otra forma el proyecto sería inviable. En el barrio tenemos otro ambulatorio, el centro de salud de la calle Potes, pero sus usuarios reciben ayuda de la Red Vecinal de Villaverde, con la que también colaboramos”, aclara Javier Cuenca, presidente de La Incolora. “Atendemos a personas con necesidades de medicación puntual pero también a personas con enfermedades crónicas, o con tratamientos a largo plazo y que, algunas veces, precisan medicamentos con costes elevados. Nadie debería prescindir de los medicamentos que necesita”, subraya.
La asociación ha hecho público un protocolo destinado a personas que necesiten la ayuda que ofrece la campaña. Según este, la persona solicitante debe acudir primero a su médico de familia, que tras prescribir un tratamiento le derivará a la trabajadora del centro de salud. Esta realizará una evaluación y, si lo ve pre
ciso, remitirá la demanda de medicinas a La Incolora, que a su vez facilitará un código a la persona solicitante para que pueda retirar aquellas en la farmacia colaboradora.
Tras dos meses de prueba en los que ha podido comprobar su buena acogida en el barrio, la asociación vecinal relanza hoy Incofarma con la publicación de un vídeo y una pequeña campaña en redes sociales.
Toda la información sobre esta iniciativa se encuentra en el sitio web de la agrupación, en el siguiente enlace: http://www.incolora.org/proyecto-incofarmacia/
Las personas que deseen colaborar económicamente, deben ingresar su aportación en el número de cuenta ES43 2085 9291 5203 3035 4851, cuya titularidad corresponde a la Asociación Vecinal La Incolora, y marcar “INCOFARMACIA” como concepto.
