La organización, que agrupa a 302 entidades de la Comunidad de Madrid y 196 de la capital, comparte buena parte del diagnóstico sobre la situación crítica que vive el distrito Centro, la zona más saturada, pero considera las medidas absolutamente insuficientes para atajar el problema.
De hecho, la medida estrella, la paralización de la concesión de licencias en la almendra central, algo lógico si se está elaborando una nueva norma que regule las VUT, resulta un auténtico brindis al sol pues apenas tendrá consecuencias para la vecindad. El Ayuntamiento concede poquísimas licencias de VUT porque la inmensa mayoría no cumple con el requisito, marcado por la legislación, de tener un acceso independiente en el edificio en el que se ubica. Por este motivo, muchos empresarios y propietarios ni siquiera solicitan al Consistorio licencia de actividad para empezar a operar. Saben que si no tienen ese rasgo no la obtendrán.
Por otro lado, aunque la paralización de la concesión de licencias sea más simbólica que otra cosa, la FRAVM demanda que la medida se aplique a todo el municipio y no solo a la almendra central, especialmente ahora, en un momento en el que todos los datos apuntan a una importante expansión del fenómeno a distritos limítrofes como Puente de Vallecas, Carabanchel, Latina, Usera o Ciudad Lineal. ¿Acaso sus vecinos y vecinas que sufren las VUT no comparten el mismo problema que los del interior de la M-30, aunque el volumen de pisos turísticos sea menor?
La Federación Vecinal saluda, eso sí, la voluntad que emana del plan de poner coto a las VUT ilegales, y considera muy positivo el incremento de las sanciones. Sin embargo, esto debe de ir acompañado de un aumento proporcional de las labores de inspección y control con el fin de que el Ayuntamiento, de una vez por todas, haga cumplir la ley y obligue a echar el cierre a los negocios ilegales. El número de 10 nuevos inspectores anunciado es absolutamente ridículo para el inmenso volumen de VUT ilegales (el 95% lo son), cuando, además, no queda claro que estos empleados municipales se vayan a dedicar en exclusiva a controlarlas. De hecho, el plan deja claro que los 65 inspectores que en estos momentos forman parte de la Subdirección General de Inspección y Disciplina Urbanística están contratados para controlar “toda la actividad” urbanística, no solo las VUT.
En este punto, invitamos al Ayuntamiento a que inspeccione y, si ha de hacerlo, clausure, las más de 2.200 VUT que junto a nuestras asociaciones vecinales de los distritos centrales hemos denunciado en los dos últimos años por provocar problemas de convivencia en sus comunidades de vecinos.
Otra medida positiva del plan es la creación y publicación en una web pública de un censo de las VUT legales del municipio, así como el anuncio de que el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad iniciará en los próximos días reuniones con el sector y los afectados para trabajar en la redacción de una nueva regulación que se incorpore a la Modificación del Plan General. La FRAVM y sus asociaciones esperan ser convocadas a unos encuentros en los que, están seguras, puedan aportar mucho. En todo caso, no podemos esperar meses a que se apruebe esta modificación, la situación es tan grave en el interior de la M30 que necesitamos un plan de choque ya.
Mientras tanto, seguiremos atendiendo a las familias damnificadas por los pisos turísticos en nuestra Oficina Vecinal de Afectados por las VUT, que debido a la alta demanda de información y ayuda, ayer inauguró una segunda sede en el Ateneo La Maliciosa de Arganzuela. Esta se une a la que funciona desde el pasado 15 de octubre en la sede de la Asociación Vecinal La Corrala de Lavapiés. Tienes toda la información de la oficina (contactos, horarios, modelos de denuncia…), que ya ha atendido a centenares de comunidades y familias, en el sitio web https://aavvmadrid.org/oficina-vut
