“Madrid ha de ser cada vez más verde, más habitable, más capaz de hacernos felices y mejorar nuestra vida y nuestra salud, no empeorarla.” Con esta proclama terminó la manifestación que ayer, 17 de marzo, cortó la A5 para exigir que el soterramiento del Paseo de Extremadura incluya a Campamento. Ahora, parte de la carretera se queda fuera de los planes del Ayuntamiento y la boca del túnel saldrá a la altura de la calle Illescas y 700 metros hasta la Avenida de los Poblados seguirán emitiendo ruidos, humos e imponiendo la inseguridad de coches a gran velocidad.
El plan de 2022 que presentó la Administración local a los vecinos incluía todo el trayecto. Para denunciar este cambio, desde las 12:00 de la mañana cientos de vecinos y vecinas (1.100 según fuentes policiales, unos 2.000 según la organización) gritaron lemas como “los coches por arriba, la gente por abajo”, “La A5 es un tormento para Campamento”. “No sólo es una injusticia, es que esta brecha que es la autovía en nuestro distrito rompe la convivencia entre los barrios, provoca problemas de salud de primer orden debido a los miles de vehículos que lo transitan a diario y que generan mucho ruido y contaminación, y no eliminan los subterráneos que suponen un gran problema de movilidad para las personas que tenemos que cruzar el paseo de Extremadura”, en palabras de Andrés Piñeiro, presidente de la Asociación Vecinal de Campamento, que junto a la Asociación Vecinal de Aluche convocó la protesta, con el apoyo cerrado de la FRAVM y la Coordinadora Vecinal de Latina.
Tras la marcha de ayer, las asociaciones vecinales planean organizar una nueva manifestación para cortar el tráfico a finales de marzo y continuar con su campaña de recogida de firmas, tanto en la calle como en Change.org, donde lleva ya cerca de 2.000 apoyos.
Más humo, más tráfico y menos seguridad
Según explica la AV de Campamento, el Ayuntamiento quiere empezar las obras del Paseo Verde del Suroeste (soterramiento A5) a finales de año. El actual proyecto establece la boca del túnel a la altura de la calle Illescas, junto a la Biblioteca Ángel González. La carretera de Boadilla del Monte pasará a tener dos carriles de un solo sentido, “lo que conlleva un aumento del tráfico y la velocidad de los vehículos”, detalla la entidad.
“Esos 700 metros hasta Avenida de los Poblados se tienen que soterrar, porque lo que iba a ser un proyecto que supondría una mejora integral del tráfico en los dos barrios, se convertirá en una situación aún peor que la que tenemos ahora”, concluye Andrés Piñeiro.
