Pedimos la retirada del proyecto del circuito de Fórmula 1 de Madrid por no tener en cuenta las afecciones de ruido y movilidad en el vecindario

Esta mañana, la FRAVM ha registrado en el Ayuntamiento de Madrid un documento de alegaciones al plan especial del circuito del Gran Premio de Fórmula 1 en el que pide su retirada ya que, a pesar de sus graves afecciones de ruido y movilidad en la población, carece de un “estudio pormenorizado y detallado de impacto ambiental”. El proyecto incluye también la desaparición de 729 árboles.

Pedimos la retirada del proyecto del circuito de Fórmula 1 de Madrid por no tener en cuenta las afecciones de ruido y movilidad en el vecindario
Desde septiembre de 2026, Madrid albergará durante 10 años un premio anual de Fórmula 1 en el entorno del IFEMA

Con prisas, poco garantista para la población residente y escaso rigor, hasta el punto de no incluir un Estudio de Impacto Ambiental ordinario. De esta manera ha elaborado el Ayuntamiento de Madrid el Plan Especial que permitirá la construcción del circuito urbano para el Gran Premio de Fórmula 1 de Madrid, un evento que se celebrará en el entorno del IFEMA durante 10 años, a partir de septiembre de 2026. Por ello, la FRAVM ha registrado esta mañana en el Consistorio un documento de alegaciones en el que pide la retirada del proyecto. Lo ha hecho con el consenso del grupo de trabajo de eventificación, en el que participan varias asociaciones del distrito de Hortaleza, que presentarán sus propias alegaciones en estos días. El plazo de información pública del texto Plan Especial para la definición de redes en el ámbito del Área de Planeamiento Específico 21.10 “Recinto del Parque Ferial Juan Carlos I” y su entorno termina el próximo 8 de agosto.

La FRAVM solicita la retirada del plan especial en primer lugar porque incluye un estudio de impacto ambiental simplificado en vez de uno ordinario, a pesar de que las afecciones del circuito en la población y el medio ambiente serán enormes. Por ello reclama que el Ayuntamiento realice un estudio de impacto ambiental detallado, “contemplando aspectos como las afecciones de ruido y su más que previsible colisión con el derecho fundamental de la inviolabilidad del domicilio recogido en el artículo 18 de la Constitución Española. Más aún si cabe por la reciente sentencia relativa al Circuito del Jarama”, que recordemos ha anulado la licencia de este espacio por someter a los vecinos de la zona a una contaminación acústica superior a 90 decibelios desde hace años.

El ruido que deberá soportar la vecindad del entorno del IFEMA, que además de los coches de Fórmula 1 provendrá de los altavoces del circuito, los trailers del evento y otras fuentes como los helicópteros que lo cubrirán, será sin duda mayor, y sin embargo el Ayuntamiento “no prevé ninguna actuación preventiva en materia de ruido”. Se limitará a realizar controles durante la primera edición del Gran Premio para incluir después medidas correctoras si esto es necesario. Este planteamiento resulta aberrante para la FRAVM. Tal y como puede leerse en su documento de alegaciones, es “inadmisible que no se planteen medidas correctoras para aminorar el impacto del ruido con barreras de protección y absorción”, cuando las viviendas más cercanas al circuito, las de la calle Francisco Umbral, en el barrio de Cárcavas, se encuentran tan solo a 34 metros. Además, llama poderosamente la atención que el Consistorio no se plantee realizar mediciones de ruido en ubicaciones del entorno residencial del norte, “con viviendas situadas entre 500 y 1.000 metros del circuito”, y que solo considere como zona de influencia de la actividad parte del distrito de Barajas, dejando fuera a todos los barrios de Hortaleza, incluido Valdebebas, Cárcavas, Pinar del Rey o Canillas, los núcleos urbanos más cercanos. ¿Acaso no sufrirán los ruidos del circuito los bloques de viviendas de Villarosa y Canillas, que se encuentran a unos 400 metros y que en estos momentos padecen la contaminación acústica de los festivales que se celebran en el IFEMA?

La FRAVM reclama en sus alegaciones ampliar la zona de influencia del circuito y que se incluya en el adecuado estudio de impacto ambiental que demanda la realización de simulaciones previas de ruido, mapas de isofonas de todos los barrios del entorno para determinar qué viviendas se verían afectadas; un estudio de vibraciones y sus efectos sobre elementos como vidrios de ventana, balcones y voladizos de viviendas; y que se establezcan medidas correctoras sobre el ruido en la fase de construcción del circuito.

La administración local no puede anteponer los intereses privados y el negocio de una actividad que además no ha resultado rentable en ninguna sede europea al interés general de la ciudad y, tampoco los derechos de propiedad y libre empresa a derechos fundamentales como la inviolabilidad del domicilio, algo que puede verse vulnerado por ruidos y vibraciones procedentes de un gran evento como el Gran Premio de Fórmula 1.

Movilidad y talas de arbolado

Por otro lado, el proyecto municipal plantea un modelo de movilidad pensado exclusivamente para los espectadores del circuito, ignorando las afecciones y necesidades de la población residente. “En sus múltiples páginas ningún nuevo acceso se propone a la zona residencial de Cárcavas y Valdebebas ni alternativas serias de movilidad para los vecindarios de Hortaleza. El espacio público y las zonas residenciales se toman en cuenta tan solo como previsión de unas 7.000 plazas de aparcamiento para 127.500 espectadores”, indica la FRAVM en sus alegaciones, que augura grandes atascos y alteraciones fuertes en la movilidad de la zona, como ya sucedió con la celebración del Madcool en Valdebebas. “No parece serio que las alternativas que se prevean consistan en paradas de taxi/VTC en C/ Fuerzas Armadas, refuerzo del transporte público y lanzaderas de bus a Plaza Castilla y Avda. América”, indica la Federación, que propone que se reduzca a una tercera parte la superficie prevista para aparcamientos con el fin de disuadir el uso del vehículo privado y la creación de nuevos accesos al barrio de Valdebebas “para evitar su colapso durante los casi cinco meses que afectará cada año la celebración del Gran Premio de Fórmula 1”. Recordemos que el proyecto municipal prevé que las labores de montaje y reasfaltado del circuito duren tres meses y el desmontaje mes y medio, todo para tres días de competiciones al año.

Por otro lado, el plan especial contempla la desaparición de 726 árboles (que aumentará el efecto isla de calor), ignora las afecciones en la fauna de espacios medioambientalmente sensibles como el cercano parque forestal de Valdebebas y su estudio de impacto “no tiene en cuenta los niveles de gases contaminantes y dañinos para la salud humana (NO2, CO2, CH4 y gases fluorados) que se generarían durante los días de la prueba, así como su permanencia en la zona y sus efectos sobre la salud de las vecinas y vecinos o la biodiversidad del entorno”.

En otro orden de cosas, el proyecto no hace ninguna alusión ni valoración del impacto del evento en los recursos de atención a la ciudadanía (Policía Municipal, Bomberos…) o en la programación ferial del IFEMA, que se verá afectada casi cinco meses. ¿Cuánto va a suponer este “lucro cesante” para el Ayuntamiento y los comercios y otras empresas relacionadas con el recinto ferial?

Otro de los argumentos que la FRAVM emplea para reclamar la retirada del plan especial es que la LEPAR, la Ley 17/1997, de 4 de julio, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunidad de Madrid no incluye en su catálogo un evento como el circuito urbano temporal del Gran Premio de Fórmula 1, por lo que la licencia que se conceda podría ser de dudosa legalidad.

Finalmente, de llevarse a cabo el evento, la FRAVM demanda “la creación de una mesa de seguimiento vecinal, que reúna regularmente a las asociaciones vecinales de Hortaleza con el Ayuntamiento y organizadores para resolver los problemas se vayan detectando”.

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