Desde hace tiempo el estado ecológico de los ríos madrileños no es bueno: presión urbanística, vertidos incontrolados, escombreras o construcciones ilegales degradan la calidad del agua y los ecosistemas fluviales.
Todas estas agresiones son especialmente palpables en el cauce del Río Manzanares a su paso por el municipio de Getafe. Aquí el río se adentra en el Parque Regional del Sureste, en suelo protegido de la Red Natura 2000, donde lejos de los valores naturales que debería presentar gracias al grado de protección del que goza, encontramos grandes infraestructuras que modifican el cauce, riberas ocupadas por construcciones ilegales, vertidos de aguas residuales, residuos sólidos a lo largo de todos sus márgenes o invasión de especies exóticas.
Las distintas administraciones responsables: el Gobierno Municipal de Getafe, la Confederación Hidrográfica del Tajo, el Canal de Isabel II o la Consejería de Medio Ambiente miran para otro lado durante años, o se acuerdan del problema solo en las épocas electorales, mientras, ríos y arroyos se han convertido en auténticos colectores de porquería a cielo abierto. Esta degradación no solo es un problema ambiental, también supone una amenaza para la salud de las personas.
Frente a esta situación los movimientos ciudadanos llevan años exigiendo a las administraciones que se tomen las medidas oportunas. Bajo el lema ¡Ríos vivos con agua para la vida! numerosos colectivos madrileños y de la cuenca del Tajo exigen políticas decididas que frenen la degradación de nuestros ríos y trabajen en su conservación como ecosistemas esenciales para el desarrollo de la biodiversidad y su disfrute por parte de la ciudadanía.
Con este objetivo, diferentes colectivos ecologistas y ciudadanos convocan una marcha el próximo 23 de abril a las 11:00 en Perales del Río de Getafe donde se podrá observar el lamentable estado del Río Manzanares y a la vez el gran potencial ambiental que presenta en este tramo, y así mostrar que la ciudadanía no se resigna a continuar con esta situación. Disfrutar de ríos en buen estado de conservación es un derecho ciudadano.