La situación es insostenible. El número de personas que huyen de su país para salvar sus vidas por conflictos armados, vulneración de derechos, violencia y persecuciones, aumenta cada día. Ya son más de 65 millones en todo el mundo. En 2016, 1.259.265 trataron de encontrar refugio en Europa solicitando protección internacional, de las cuales solo 15.755 lo hicieron en España. Muchas de ellas siguen esperando en campos de refugiados en situaciones infrahumanas. El sábado 17 de junio a las 19:00 miles de manifestantes inundarán la Gran Vía madrileña, entre Cibeles y Plaza de España, para lanzar un mensaje claro: Basta ya de excusas. Queremos una Europa acogedora, no fortaleza; y una España que garantice vías legales y seguras y que lleve a cabo medidas urgentes de acogida.
Récord en incumplimiento
Lejos de dar una respuesta a favor de las personas refugiadas, se han blindado las fronteras. Europa ha endurecido las políticas de asilo para que cada vez sea más difícil acceder al derecho de protección internacional, y ha apoyado acuerdos “ilegales” con terceros países no seguros, como Turquía o países africanos, para que sean éstos los que se encarguen de “gestionar” el futuro de millones de personas que huyen de la guerra o cuyas vidas corren peligro por algún tipo de persecución.
Además, la respuesta del gobierno español tampoco ha sido la esperada. En septiembre de este año finaliza el plazo para que España acoja a las 17.337 con las que se comprometió. ¡Se acaba el tiempo! Hasta hoy, solo se ha acogido al 7% de todas ellas. Un porcentaje vergonzoso que da el récord a España en la falta de cumplimiento del acuerdo respecto al resto de países europeos. A este ritmo se necesitarían 23 años para lograrlo.
Ante la pasividad política, la ciudadanía se une
Ante la pasividad de las instituciones, la ciudadanía y los colectivos sociales salen a la calle unidos por primera vez en Madrid para exigir medidas concretas para esta crisis sin precedentes. La situación de emergencia requiere una respuesta también urgente, por ello, se convoca toda la ciudadanía a participar en esta muestra multitudinaria de solidaridad. El sábado 17 de junio, una marea humana se movilizará por una España acogedora, porque se cumplan los compromisos, y porque no se pierdan más vidas y se respeten los derechos humanos.
“Aspiramos a una vida digna. Sin penas”
Cheija nació en un campo de refugiados saharauis. Llegó a España en 2007. Tiene estatuto de apátrida, pero le costó 5 años conseguirlo: “Hoy todos lo que estáis aquí llegaréis a casa y pensaréis “hogar, dulce hogar”. Yo nunca he sentido esa sensación. Luché 20 años por sentirla en los campos saharauis, he luchado durante 10 años en España y cada día sigo luchando por ello”, explica. Para Cheija, es importante recalcar que las personas refugiadas no son una amenaza para las sociedades que las acogen: “Solo aspiramos a una vida digna. No queremos dar pena, ni ser vistos como un peligro. Lo último que queremos es estabilizar las sociedades donde pedimos refugio”, explica.
La manifestación cuenta con el apoyo de destacados nombres del periodismo y del activismo social, como Gonzalo Fanjul y Vicente Romero Ramírez. “Hay que echarse a la calle, hay que empezar a hablar de una política de los derechos humanos”, afirma Ramírez. “Es importante que se sepa que la sociedad está en el lado correcto de la historia”, añade Fanjul.
Ahmad, kurdo, originario de Siria de 23 años no pudo acabar sus estudios universitarios debido al estallido de la guerra, aunque pretende retomar su formación. Huyó desde Alepo evitando convertirse en soldado, y su travesía le llevó al Líbano, Argelia, Marruecos y finalmente a España. Para él, “cada vez hay más gente que quiere acoger”, explica. Y añade: “la manifestación es una oportunidad de pedir un cambio”.
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