Los vecinos y vecinas de San Fernando y Coslada llevan movilizándose medio año contra esta antena de la compañía Orange, que afecta a unas 20.000 personas. Ubicada en el término municipal de Coslada, en la intersección entre la avenida de San Pablo y la calle Ingeniero Casado, se encuentra a tan solo 100 metros de varios bloques de viviendas y a 300 metros del barrio sanfernandino de Fuencasa. La vecindad inició sus protestas cuando familias de las casas más próximas comenzaron a tener interferencias en la señal de sus televisores.
La plataforma, que está formada por distintas asociaciones vecinales, culturales y sociales y la práctica totalidad de los partidos políticos de San Fernando (IU, San Fernando Sí Se Puede, PSOE y PP), enmarca su pelea en la batalla por “erradicar las antenas en los cascos urbanos o reducir su potencia de radiación, siguiendo lo aconsejado por el Consejo de Europa”. Actualmente, el Gobierno español permite emitir con unos índices de contaminación electromagnética 4.500 veces superiores al límite que sugiere el organismo europeo para proteger la salud de las personas (450 microvatios/cm² frente al valor recomendable fijado de 0,1 microvatios/cm²).
La red ciudadana del Henares ya ha recogido unas 3.000 firmas que reclaman el traslado de la antena a terrenos menos sensibles, además de realizar diferentes acciones de protesta en los plenos de los dos ayuntamientos afectados. A través de IU y el PSOE, ha promovido también sendas mociones en los dos consistorios afectados. El Ayuntamiento San Fernando aprobó una resolución instando al consistorio vecino a cancelar la licencia de la instalación con objeto de atender al principio de precaución, pero aquel, por ahora, no ha dado su brazo a torcer, alegando que cumple con la legislación vigente.
“Hemos tenido distintas reuniones con concejales de los ayuntamientos, pero solo hemos recibido buenas palabras y pocas acciones en contra de la antena. En el Ayuntamiento de Coslada, del PSOE, nos llegaron a decir que no irían en contra de las leyes; el equipo de Gobierno de San Fernando, de San Fernando Sí se Puede, ha llevado a cabo algunas iniciativas tímidas encaminadas a dificultar ese tipo de instalaciones en el casco urbano”, pero nada más, informa la plataforma.
Los afectados también se han reunido con el propietario de la finca sobre la que se levanta la polémica instalación, el conocido empresario local Ángel Barral, con el mismo resultado. “En un encuentro que tuvimos a finales de abril, después de muy buenas palabras concluyó diciéndonos que retirar esa antena sería muy costoso para él y que no lo realizaría voluntariamente”, asegura la plataforma. En los últimos años, los Hermanos Barral han creado un auténtico imperio en la zona, desarrollando todo tipo de actividades empresariales, desde la construcción y la promoción inmobiliaria hasta la automoción y los servicios, pasado por los medios de comunicación y todo tipo de tiendas.
Ante los pobres resultados del diálogo mantenido con los agentes responsables de la antena, los vecinos han decidido sacar su protesta y reclamación a la calle: “nos ha quedado demostrado que la salud de los vecinos de estos municipios les importa un pimiento a las administraciones implicadas y al empresario, por eso hemos convocado esta manifestación”, concluyen.