Estos grupos han convocado una manifestación que se iniciará a las 19:00 desde la estación de Metro Arganzuela-Planetario y finalizará en el paseo del Auditorio, en plena zona verde amenazada.
Tal y como hicieran el día 26, los colectivos vecinales y ecologistas denunciarán la decisión de la Junta de Arganzuela de ceder, por segundo año consecutivo, una gran extensión del parque a una empresa privada desde el 26 de noviembre al 6 de enero para el desarrollo del evento Naturaleza Encendida. Esto constituye, según sus palabras, “una agresión injustificable a nuestra naturaleza urbana y a la protección de la fauna, la flora y los ecosistemas en general” y “una privación de los derechos de la ciudadanía madrileña y una conculcación de la normativa urbanística por parte de quien debería asegurar los derechos de las vecinas y vecinos de Arganzuela y de Madrid y, en cambio, se dedica a defender el lucro privado de una empresa”.
Las asociaciones denuncian la contaminación lumínica nocturna que provoca el espectáculo, que afecta gravemente a la avifauna y otros animales y a los bloques de viviendas próximas, que se ven invadidas por los haces de luces proyectados en sus ventanas. Los grupos sostienen que “el Ayuntamiento se muestra negligente”, al “no aplicar lo establecido en la disposición adicional cuarta de la Ley 34/2007 de 15 de noviembre, de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera sobre Contaminación Lumínica”, que dice que “las Administraciones públicas, en el ámbito de sus competencias, promoverán la prevención y reducción de la contaminación lumínica, con la finalidad de conseguir los siguientes objetivos: 1. b) Preservar al máximo posible las condiciones naturales de las horas nocturnas en beneficio de la fauna, la flora y los ecosistemas en general”.
Por lo anterior, los colectivos que organizan la manifestación del viernes exigen a la Junta de Arganzuela y al Ayuntamiento de Madrid en primer lugar que “detengan, de forma inmediata, la privatización del uso del Parque Tierno Galván retirando la licencia al espectáculo Naturaleza Encendida, y se impida el destino de esta zona verde para usos distintos de los establecidos por la normativa urbanística, que el Consistorio debería ser el primero en respetar”. Y en segundo lugar, “que, de forma urgente, la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica o la Ordenanza de Calidad del Aire y Sostenibilidad extiendan su protección a la contaminación lumínica incluyendo lo establecido en la Disposición adicional cuarta de la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, y desarrollen su correspondiente régimen sancionador”.