Entre 2018 y 2021 la Maestra Justa Freire dio nombre a una calle en el distrito de Carabanchel haciendo así justicia y cumpliendo el mandato de la Ley de Memoria Histórica. Una mujer admirada sustituía en el callejero al general franquista Millán-Astray, figura del pasado más oscuro de la historia de España.
Pero poco duró este reconocimiento y el 24 de agosto de 2021, en aplicación de una recurrible sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y que el Ayuntamiento optó por no apelar, se retiraron las placas de la calle Maestra Justa Freire, volviéndose a colocar las del militar fascista.
Desde entonces, la Plataforma Calle Maestra Justa Freire, de la que forma parte la FRAVM, no ha cejado en el empeño de restituir el nombre de la Maestra a su calle y de divulgar y reconocer su trayectoria y su legado. Recogida de firmas, paseos, creación y restauración del mural de la maestra… diversas acciones por la memoria y la dignidad.
La próxima, el sábado 8 de octubre, con una manifestación que partirá a las 12 del mediodía de la calle Maestra Justa Freire, desde la confluencia con la Avenida de Aviación hasta el cruce con la calle Blas Cabrera. Al finalizar se leerá un comunicado y se realizará una «performance» colectiva que destaca los valores de paz frente a los desastres que provoca cualquier guerra. La Plataforma está integrada por organizaciones educativas, vecinales, sindicales, de memoria y otras, de las que más de 20 han expresado su apoyo explícito a la manifestación.
Cuestión de Justicia
Porque restituir el nombre de la Maestra Justa Freire en el callejero es una cuestión de justicia y sólo es necesaria la voluntad política para hacer cumplir la legislación y que el sentido común se reinstaure.
La placa de la maestra fue sustituida por el Ayuntamiento de Madrid en cumplimiento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que daba la razón a la Fundación Francisco Franco y a la Plataforma Patriótica Millán-Astray. Los jueces alegaron que no estaba claro que el general hubiese participado en la Guerra Civil ni en la represión de la dictadura.
La Plataforma Calle Maestra Justa Freire sigue luchando para que el Ayuntamiento rectifique la decisión de cambiar el nombre y busca impulsar una moción que sea votada en el pleno por la vía ordinaria y así no pueda ser revocada por la justicia. El colectivo confía que la propuesta se presente antes de que finalice el año.
Y éste no es el único ataque a la memoria democrática encarnada en la figura de la Maestra Justa Freire. El mural dedicado a ella, situado en el barrio de Las Águilas, ha sido varias veces destrozado, apareciendo con símbolos fascistas lo que se ha denunciado como un claro delio de odio.
Parece claro que quitando su nombre del callejero y agrediendo el mural que ensalza su figura, se está intentando volver a enterrar el legado de esta gran maestra y pedagoga.
Justa Freire luchó por mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas más humildes a través de la educación, y fue encarcelada y expulsada de la función docente por el franquismo. Durante la Guerra Civil, salvó a miles de niños y niñas y ejerció de maestra de las reclusas más jóvenes los años en los que estuvo presa en la cárcel de Ventas, condenada por “cantar una canción rusa”.
El régimen franquista no le perdonó que hubiera participado en los programas educativos republicanos y nunca permitió que volviera a ejercer su profesión en la escuela pública.
Para que su nombre no caiga en el olvido y esté en las calles de Madrid, para que la vecindad se pregunte y conozca quién fue y qué logró esta gran mujer, volveremos a concentrarnos el sábado 8 de octubre al mediodía.