Por la derogación de la Ley Mordaza y la libre expresión de la ciudadanía

Ante los últimos acontecimientos relativos a la censura o castigo de ciertas expresiones artísticas, la FRAVM, con el respaldo de los sindicatos y organizaciones sociales que forman la Cumbre Social de Madrid, ha aprobado una resolución en la que reitera su rechazo a la Ley de Seguridad Ciudadana y defiende la libre expresión de la ciudadanía.

Por la derogación de la Ley Mordaza y la libre expresión de la ciudadanía
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A continuación reproducimos el contenido íntegro de la resolución:

De represión y leyes mordaza: el derecho a la libre expresión de la ciudadanía

El 30 de marzo de 2015 se aprobaba la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como la “Ley Mordaza”. Desde entonces es habitual la detención y condena de quienes ejercen el derecho de huelga, de manifestación o la libertad de expresión. Efectivamente, muy de cerca nos tocaba el caso de “los titiriteros” que en febrero de 2016 sufrieron prisión preventiva y sin fianza por supuesto “enaltecimiento del terrorismo” e “incitación al odio” en el marco de una representación de la obra La bruja y don Cristóbal en el satírico Carnaval del vecino Tetuán. Desde entonces, pero también antes (caso de los ocho de Airbús o Alfon), se multiplican las personas condenadas por su crítica política: en redes sociales, como el caso de “Casandra”; en la música y otros espacios artísticos, caso de los raperos Pablo Hasel, La Insurgencia o Valtonyce incluso la obra retirada del artista Santiago Sierra en ARCO, o muy recientemente en lo periodístico con el libro Fariña, sobre el narcotráfico gallego y secuestrado cautelarmente por la judicatura.

Hace más de 40 años las asociaciones vecinales, las organizaciones sindicales y otros colectivos sociales no solo luchábamos por la mejora de la vida en las ciudades y los centros de trabajo, sino que este movimiento fue también vanguardia y salvaguarda de las libertades civiles, defendiendo en aquel momento el derecho al asociacionismo y la libre organización ciudadana. Por ello hoy nuevamente nos sentimos interpeladas por quienes pretenden hacer un uso político de la Justicia, poniendo límites a la libertad de expresión y reprimiendo la movilización social. Si llegamos a 2018 con unos barrios degradados, afectados por más de diez años de crisis económica que han venido a profundizar las ya históricas desigualdades, es lógico que surjan movimientos y personas críticas, cansadas de esperar cambios en la estructura política y social.

Creemos por tanto que estamos asistiendo a un ataque sin precedentes a nuestros derechos civiles, que es el momento de denunciar públicamente este retroceso en la libertad de expresión y unir fuerzas para pedir la derogación de esta injusta ley y la puesta en libertad de quienes están sufriendo la represión y la condena por sus expresiones públicas en canciones, obras teatrales u otras expresiones artísticas.

Foto: No Somos Delito

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