Este es el texto íntegro del manifiesto de la Red de Mujeres Vecinales de la CEAV, que la FRAVM ha hecho suyo a través de su Comisión de Feminismos:
EN LOS DERECHOS DE LAS MUJERES, NI UN PASO ATRÁS
Red Estatal de Mujeres Vecinales
El feminismo ha mejorado la historia de la humanidad, la de las mujeres, la de todas las personas y del espacio común que habitamos. Desde su surgimiento, hace tres siglos, las mujeres hemos denunciado la opresión patriarcal y hemos ido ganando cada uno de los derechos que hoy tenemos. Y ahora continuamos aquí, luchando para que el feminismo sea esencial en la agenda política y en la conciencia de toda la sociedad.
Las desigualdades que sufrimos las mujeres en el mundo laboral tienen su origen en la división sexual del trabajo. Esta supone peores condiciones laborales; mayor desocupación, contratación temporal y parcial, una brecha salarial y una brecha todavía más grande a las pensiones. Pervive la segmentación laboral y aquellos trabajos considerados de mujeres están mal valorados, con peores salarios y condiciones. La situación de muchas mujeres ocupadas, como las trabajadoras del hogar, que ni tienen los mismos derechos que el resto de la clase trabajadora, es inadmisible en pleno siglo XXI, soportando incluso agresiones sexuales por parte de las personas empleadoras. Esta grave realidad la sufren principalmente mujeres migrantes.
Las feministas denunciamos el escalada bélica patriarcal y la devastación medioambiental que amenaza el planeta, circunstancias que siempre afectan de manera especialmente grave a las mujeres y las niñas, así como todos los tipos de violencias y agresiones directas que sufren feministas en todo el mundo.
El feminismo es la fuerza de las mujeres, de las mujeres del norte, del sur, del este y del oeste. Las mujeres de todos los ámbitos, territorios y culturas compartimos la lucha por los derechos de todas. Y, todas juntas, las que hoy estamos aquí y las que no pueden estar, digamos NO a esta sociedad patriarcal, machista, racista y colonialista.
Por todo ello las mujeres del movimiento vecinal exigimos:
– Educación pública, laica y feminista, libre de los valores patriarcales, que promueva la igualdad a las aulas, en la elección de los itinerarios académicos y en las salidas profesionales. Una educación en valores, donde la coeducación y la educación afectiva y sexual en las escuelas formo personas para un mundo de iguales, sin estereotipos de género. En consecuencia, los contenidos tienen que ser coherentes con este planteamiento.
– Servicios públicos que garanticen atención de calidad tanto a la infancia de 0 a 6 años, como en las personas mayores y en situaciones de dependencia. Las administraciones tienen que garantizar el derecho de las personas a ser cuidadas.
– Implementación urgente de medidas para la erradicación de la pobreza de las mujeres, con políticas de ocupación con perspectiva feminista, así como la inserción social y laboral real y efectiva de las mujeres con discapacidad.
– Pensiones dignas y justas con perspectiva feminista.
– Derogación de la Ley de Extranjería, que deja las mujeres migrantes sin derechos y absolutamente desprotegidas.
– Ni un paso atrás en los derechos sexuales y reproductivos, garantizando el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, legal, seguro y gratuito en la sanidad pública y la salud sexual y reproductiva.
– La reversión de los servicios privatizados a públicos y con gestión directa, porque es imprescindible contar con unos servicios públicos universales y de calidad para tener el derecho de acceso en condiciones de igualdad y equidad.
– Una legislación abolicionista efectiva y progresiva en el tiempo del sistema de prostitución, de la pornografía y los vientres de alquiler.
– Formación en igualdad y prevención de la violencia machista de la judicatura y en todos los operadores implicados. Ya hay bastante de violencia institucional y patriarcal contra las mujeres, sus hijas y sus hijos.
– Políticas con dotación presupuestaria y desarrollo total de las leyes específicas, tanto de igualdad como de violencia de género, ya sea al ámbito autonómico o estatal para favorecer y avanzar en la construcción de una sociedad justa e igualitaria. Protección a las víctimas de la violencia sexual, especialmente en los casos de abuso sexual infantil.
– Desarrollo del Convenio de Estambul, cumplimiento de las recomendaciones de la CEDAW respecto a todas las violencias machistas, reactivación del Pacto de Estado contra la violencia machista, así como su evaluación y seguimiento de manera continuada y periódica, con participación real y efectiva del movimiento feminista y revisión de la Estrategia contra las Violencias Sexuales, en coherencia con el aprobado por el Congreso.
– Exigimos la participación ciudadana activa de las mujeres y organizaciones comprometidas con la igualdad en todos los ámbitos públicos y, específicamente, en todos los foros y consejos consultivos a los ámbitos estatal, autonómico y local.
– Reconocimiento social y financiero de la red vecinal como punto de encuentro, difusión y estímulo de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, en su objetivo de construir barrios seguros, amables y sostenibles en beneficio de la vecindad y su calidad de vida.
Ya hay bastante de la alianza criminal entre patriarcado y capital, que nos quiere empobrecidas para que seamos dóciles, calladas y sumisas. Ya hay bastante de violentar nuestros cuerpos con negocios neoliberales que nos ponen precio y vulneran nuestros derechos humanos: prostituyéndonos, abusándonos, traficándonos, y tratándonos como simples objetos sexuales para una sociedad de consumo irracional del sexo y redes criminales de proxenetas.
Por todas las feministas que nos han precedido, nosotras seguimos, por todas las que vendrán, nosotras seguimos y seguiremos conquistado derechos.