Es la tercera vez en diez días que protestan para lograr algo tan básico como que regrese la luz a sus viviendas. El pasado 30 de noviembre varias decenas de personas se concentraron en el mismo lugar, y tres días después fueron varios cientos las que lo hicieron en la Puerta del Sol, ante la sede del Gobierno regional. Unas semanas antes, el 17 de noviembre, se habían manifestado frente al Ayuntamiento de Madrid. Entonces llevaban casi dos meses sin suministro eléctrico. Ahora llevan casi tres, pero nadie parece darse aún por aludido y las administraciones siguen mirando para otro lado a pesar de la gravedad del problema.
“Llevamos casi tres meses sin suministro eléctrico; para todos nosotros y nosotras está suponiendo un agotamiento físico, mental, un atentado contra la salud, la educación institucional, así como para la vida misma. Por eso denunciamos que estamos siendo sometidos/as a una estrategia maquiavélica, a un silencio acordado entre las administraciones” aseguran las asociaciones vecinales de la zona afectada, que convocan la concentración de mañana.
En un comunicado que leerán mañana durante el acto de protesta, estas entidades dan cuenta del origen del problema: “sabemos que las torretas de luz que abastecen la zona de nuestras viviendas han sido aisladas del resto de la ciudad modificando la dirección de los cables de alta tensión; posteriormente se instaló un reconector de potencia, cuyo cometido es reducir la potencia eléctrica que abastece a nuestros hogares”. El comisionado de la Comunidad de Madrid para la Cañada Real indicó a los colectivos vecinales que el aislamiento de cables “sería una mejora pues así no tendríamos sobrecarga y abastecería a nuestros hogares exclusivamente”. Pero finalizada la obra “comprobamos que este plan de actuación lo que provocó fue todo lo contrario, dejarnos sin potencia suficiente para nuestras casas. Fuimos sometidos a un engaño. Sin embargo, las administraciones podrían justificar que no nos han cortado la luz, sino que hay sobrecarga” sostienen las asociaciones.
Y así ha sido. Como consecuencia del plan, que ha sido acometido por la empresa Naturgy, “con permiso y/o orden de no sabemos quién”, ahora las viviendas de La Cañada no tienen suficiente potencia, como sí la han tenido durante 40 años.
Tras casi tres meses sin luz, las asociaciones de la Cañada Real exigen una respuesta urgente. “La solución es muy sencilla, retirar el aparato reductor de potencia que nos han colocado para no permitirnos seguir viviendo en nuestras casas”, sostienen estas agrupaciones, antes de asegurar que no piensan abandonar sus hogares.
Mañana volverán a reclamar el cumplimiento del Pacto Regional por la Cañada Real Galiana, que incluye entre sus compromisos “para dignificar las condiciones de vida de sus habitantes”, el abastecimiento de agua, la limpieza de escombros, la adecuación de los viales y “la rehabilitación del suministro de luz”. Recordemos que este Pacto ha sido suscrito por la Comunidad de Madrid, la Delegación del Gobierno, los ayuntamientos de Coslada, Madrid, y Rivas Vaciamadrid y todos los Grupos Políticos de la Asamblea de Madrid.