El gigante de las apuestas y los juegos de azar se ha topado con una suerte de aldea gala en Aluche. Hace unos meses tuvo que desistir de abrir un local en la calle Quero, muy cerca de un colegio y del Parque de Aluche, después de que los vecinos y vecinas protagonizaran cinco concentraciones de protesta. El mismo número de actos que el próximo jueves cumplirán ante el número 63 de la calle Ocaña. Cinco concentraciones en poco más de tres meses. La primera tuvo lugar el 23 de septiembre. La última, el 23 de diciembre, lo que muestra la determinación de la vecindad del barrio de Aluche contra esta “plaga”. La calle Ocaña cuenta ya con dos locales de apuestas, que se encuentran en los números 1 y 46. Y si no lo impedimos, muy pronto tendrá tres.
Aluche, en el distrito capitalino de Latina, tiene hoy fama internacional por sus colas del hambre derivadas de la Covid-19, pero también por la extraordinaria ola de solidaridad desplegada por sus habitantes para hacer frente a la actual crisis económica. No en vano, la despensa de alimentos de la Asociación Vecinal de Aluche sigue siendo, a día de hoy, la red vecinal de
apoyo mutuo de la capital que más familias atiende cada semana. Gracias a ella, más de 700 hogares reciben cada siete días ayuda alimentaria y de productos de primera necesidad. Por eso, lo que Aluche, y por extensión, su distrito, necesitan, son proyectos que generen riqueza y empleo y no negocios que provoquen más miseria y pobreza, tal es el caso de los locales de juego y las casas de apuestas.
Según un informe de la FRAVM (https://stopcasasdeapuestas.com), el barrio de Aluche ocupa la quinta posición en cuanto a número de estos establecimientos de la ciudad, y su distrito, Latina, con 27 locales, el sexto lugar. No necesita más, y menos en el momento actual, en plena crisis económica derivada de los estragos del coronavirus.