“Creo que nuestra organización, para ser dinámica y fuerte, necesita que las personas no nos eternicemos en los cargos representativos, estando abiertos a las necesarias renovaciones en los equipos humanos. En mi caso, en julio se cumplieron nueve años desde que fui elegido presidente por primera vez, lo que equivale a tres mandatos, los que me había marcado como límite para desempeñar esta responsabilidad”. El presidente saliente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Quique Villalobos, utilizó ayer estas palabras para justificar su dimisión, que se produjo en el marco de una reunión de la Junta Directiva de la entidad en el Espacio Vecinal Paco Caño.
Villalobos deja la presidencia pero no la federación. De hecho, continuará en su Directiva aunque sin cargo representativo hasta el final del actual mandato, que concluye en el primer trimestre de 2026.
Tras la dimisión de Villalobos, la Junta Directiva de la FRAVM, que está compuesta por representantes de una veintena de asociaciones, eligió a Jorge Nacarino, su hasta entonces tesorero, como nuevo presidente. A su vez, votó a Javier Cuenca, de la Asociación Vecinal La Incolora de Villaverde Alto, como nuevo tesorero. Las personas que ocupan los otros dos cargos representativos de la Federación no varían. Elena Sigüenza, de la AV Parque de Comillas continúa como vicepresidenta y María Ángeles Rodríguez de Cara, de la AV de Retiro Norte, como secretaria.
De 41 años, Técnico en Recursos Humanos y especialista en Responsabilidad Social Corporativa, Jorge Nacarino lleva la mitad de su vida en el movimiento vecinal, en la Asociación Vecinal Puente de Vallecas-San Diego, de la que es presidente en la actualidad. Muy activo en la última década en la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Puente de Vallecas y en espacios en defensa de derechos y servicios públicos como la extinta Plataforma Vallecas por lo Público, desde 2014 Nacarino forma parte de la directiva de la FRAVM, ocupando desde hace cuatro años el cargo de tesorero de la entidad.
Tal y como ha trasmitido Jorge Nacarino en una carta enviada esta mañana a los 301 colectivos que en estos momentos forman parte de la FRAVM, su nombramiento supone una “apuesta por la renovación en la continuidad”. La continuidad de una línea de trabajo y unas formas de hacer que han llevado a la organización a ocupar un lugar muy visible y representativo en la sociedad madrileña, tanto desde el punto de vista institucional como social. Además, nunca como hoy la entidad había tenido tantas asociaciones federadas. Juntas, presentes en 51 municipios, suman unos 200.000 socios y socias.
En su misiva, tras agradecer a Quique Villalobos su fructífera entrega y dedicación en los últimos nueve años, Nacarino repasa las prioridades para la nueva etapa que ahora se abre. Entre estas, además de avanzar en temas y luchas trazadas en los últimos años (como el derecho a una vivienda digna, la defensa de una sanidad y una educación públicas y de calidad, el reequilibrio territorial, un urbanismo sostenible y a escala humana, un medioambiente saludable o la lucha contra nuevos fenómenos como la turistificación, la eventificación, las cocinas fantasma, los locales de apuestas…), se encuentra el impulso de la participación de la juventud y de la vecindad migrante en los colectivos vecinales y el desarrollo del carácter autonómico de la organización. Esto último pasa por reforzar el trabajo de las asociaciones vecinales de los municipios de fuera de la capital y por mejorar la interlocución con sus instituciones y con la Administración autonómica.
Nacarino concluye su carta recordando el mayor de sus “compromisos: que el trabajo que tenemos por delante lo desarrollaremos manteniendo intactas las señas de identidad de la Federación, con las que me siento plenamente identificado: la honestidad, la lealtad, la seriedad, el rigor, la independencia, la pluralidad, la austeridad, el respeto a las instituciones, la cortesía y la valentía que da el convencimiento de las ideas y los valores que representamos”.
