Nadie conoce aún cómo el Ayuntamiento, el Club y la Comunidad de Madrid van a afrontar los evidentes problemas de movilidad que provocarán en la zona los eventos de la fallida instalación olímpica. ¿Cómo piensa el Ayuntamiento absorber, sin perjuicio para los vecinos y vecinas de San Blas, Vicálvaro, Coslada y San Fernando de Henares, el movimiento que generarán los 68.000 aficionados que puede acoger La Peineta cada vez que se celebre un partido? La respuesta tal vez llegue mañana jueves, 27 de octubre. Las asociaciones vecinales de San Blas-Canillejas trasladarán esta cuestión al delegado del Área de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, y a la concejala del distrito, Marta Gómez, en el marco de un debate que tendrá lugar a las 19:00 en el Centro Cultural Miguel de Cervantes. Organizado por aquellas, junto a la Coordinadora de Entidades Ciudadanas y la Asamblea del 15-M del distrito, el acto contará también con la participación de los portavoces de Urbanismo de Ciudadanos, del PSOE y del PP.
Un partido mueve, de media, entre 10.000 y 15.000 coches, entre 3.000 y 4.000 motos y unos 200 autobuses (datos del Ayuntamiento de 2010). Considerando un flujo parejo de espectadores y teniendo en cuenta que La Peineta cuenta con 4.800 plazas de aparcamiento y que los barrios aledaños de Las Rosas, Las Musas, San Blas y Canillejas suman, como mucho, 3.000 plazas, hoy faltarían entre 2.000 y 7.000 para absorber el tráfico previsto.
Desde hace tiempo, la Administración conoce las sugerencias de las asociaciones vecinales para evitar el caos circulatorio que pueden producir las competiciones en el estadio, pero hasta ahora no ha ejecutado ninguna, y mucho nos tememos que no llegará a tiempo de implantar las que requieren un acuerdo entre el Gobierno regional y el Consistorio de la capital. Nos referimos a medidas como el incremento de las conexiones del distrito con la M-40, la reahilitación y apertura de la antigua estación de O’Donnell en el barrio de Ciudad Pegaso (ubicada junto al centro comercial Plenilunio) para que puedan realizar paradas los trenes de Cercanías o la ampliación de la Avenida de Arcentales así como la glorieta del mismo nombre. Sin duda, como han repetido las entidades vecinales y su federación regional desde que conocieron las intenciones del Atlético de Madrid de mudarse a La Peineta, es necesario y hoy urgente elaborar un plan de movilidad destinado a facilitar el acceso al estadio en transporte público y disuadir del uso del vehículo privado y activar mejoras como la conexión de las líneas 2 y 5 de Metro con la línea 7, que realiza parada en Estadio Olímpico
En otro orden de cosas, ante el traslado de la Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid a la misma zona, las asociaciones vecinales de San Blas y la FRAVM exigen que una parte de las instalaciones sean de uso deportivo público, dado el carácter público del espacio.