<i>Madrid-Barcelona. 40 años de acción vecinal</i>

El Museo de la Ciudad de Madrid abrió ayer sus puertas a la exposición Madrid-Barcelona. 40 años de acción vecinal hasta el próximo 15 de diciembre. Dos centenares de personas acudieron al acto de inauguración de una muestra que los internautas pueden visitar, asimismo, en Internet.

<i>Madrid-Barcelona. 40 años de acción vecinal</i>
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Lo relatos canónicos de la historia reciente de España han olvidado el papel crucial de los movimientos sociales en la conquista de la democracia y en la construcción participada de las ciudades, ninguneando la aportación de miles de personas que han dedicado sus vidas no sólo a reivindicar unos barrios dignos, sino también a recuperar las libertades y a “reaprender y, en muchos casos, reinventar, las prácticas democráticas que el franquismo había abolido”.

Estas palabras que Eva Fernández, presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB), pronunció ayer en la inauguración de la exposición Madrid-Barcelona. 40 años de acción vecinal en el Museo de la Ciudad de Madrid resumen el espíritu de la muestra en la que las federaciones vecinales de Madrid y Barcelona han trabajado durante más de un año para dar a conocer sólo algunos frutos de la labor que el movimiento vecinal ha llevado a cabo durante 40 años.

La exposición recoge en total más de 2.000 fotografías. 1.200 imágenes esbozan, de manera aún superficial, los 40 años de trayectoria del movimiento vecinal en Madrid, narrada en 80 “batallas”, elegidas de forma consensuada por las asociaciones vecinales de la FRAVM, entre ellas la guerra del pan; la manifestación Por la amnistía, contra la carestía y por la legalización de las asociaciones de vecinos de la calle Preciados en junio de 1976; la conquista de la remodelación de 28 barrios que garantizó el acceso a una vivienda digna a 150.000 personas; la lucha de los vecinos de Usera para diseñar, de forma democrática, el parque de Pradolongo; la conquista, a pie de calle y a base de boicot masivos, de la mejora del transporte público en Coslada; la paralización de la construcción de una autovía que atravesaba la Dehesa de la Villa; la lucha contra los parquímetros en los barrios periféricos de Madrid; la conservación de edificios históricos para su destino a equipamientos públicos, como la corrala de Carlos Arniches, los cuarteles de Daoiz y Velarde, la consecución de los planes especiales de inversión para los distritos y barrios más desfavorecidos de la capital…

Inauguración de la muestra

Más de dos centenares de personas acudieron ayer al acto de inauguración de la exposición. Francisco Caño, coordinador de la muestra, “abrió fuego” advirtiendo que la exposición aspira a mostrar parte de “un camino, el del movimiento vecinal, hecho con esfuerzo, con sacrificios, con dedicación pero, sobre todo, con vocación colectiva. Una vocación militante cuya recompensa -añadió- queda ampliamente reflejada en cientos, miles de pequeñas conquistas logradas golpe a golpe, barrio a barrio”.

Caño quiso subrayar, asimismo, el esfuerzo de coordinación realizado por las federaciones vecinales de Madrid y Barcelona, “dos territorios relativamente alejados que han consensuado criterios, ideas y voluntades y han unido trabajo, esfuerzo y recursos para dar a conocer lo que les une: la voluntad de sus vecinos de construir comunidades sostenibles y humanas. Un ejemplo que -apuntó- otros actores políticos deberían seguir para dar solución a los problemas comunes aparcando otros intereses”.

Eva Fernández, presidenta de la FAVB, tras recordar el invisibilizado pero preponderante papel de las mujeres en el movimiento vecinal señaló que ambas federaciones han pretendido que la muestra sirva para “liderar y estimular el nacimiento de estudios y de investigaciones sobre el movimiento vecinal que puedan cubrir el vacío actual”.

El presidente de la FRAVM, Nacho Murgui, por su parte, quiso subrayar el carácter participativo de la organización de la exposición que, “como no podría ser de otra manera, ha ido construyéndose al modo en que construye el movimiento vecinal su historia: colectivamente, desde abajo. Juntando muchos pocos y poco muchos. Reuniendo las aportaciones que han ido trayendo las asociaciones, y haciendo un ímprobo trabajo profesional y militante para darle forma, ordenarlo y presentarlo”.

La clausura del acto corrió a cargo del alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, que reconoció que las asociaciones vecinales “han sabido llevar a la agenda política las necesidades más acuciantes de los vecinos, y su conocimiento, desde dentro, de la realidad cotidiana de los barrios, ha contribuido a dotar de mayor eficacia a las políticas públicas y al establecimiento de prioridades’.

Tras las intervenciones, los asistentes al acto visitaron la exposición, que estará abierta al público en el Museo de la Ciudad hasta el próximo 15 de diciembre.

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