La FRAVM anima a llenar las calles este 8M para reclamar más igualdad, más feminismo

A pesar de los avances de las últimas décadas, todavía queda mucho camino para llegar a una igualdad real entre mujeres y hombres. Por eso, la FRAVM anima a desbordar las calles este nuevo 8 de Mayo, Día Internacional de las Mujeres, para reivindicar más feminismo, más igualdad.

En estos días, nuestras asociaciones impulsan junto a colectivos feministas actos de todo tipo en los más diversos barrios, pueblos y ciudades de la Comunidad de Madrid. La FRAVM, que agrupa a 305 entidades de 51 municipios de esta región, hace un llamamiento a la población madrileña para participar en ellos y en las manifestaciones y protestas convocadas por las agrupaciones feministas.

En este marco, ha elaborado este vídeo para animar a convertir la jornada del sábado en un éxito de movilización. Sobran las razones para tomar la calle.

Por otro lado, la Federación Vecinal, en el marco de la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales, ha hecho suyo el siguiente manifiesto de la Red Estatal de Mujeres Vecinales, que además de rendir homenaje a las mujeres afectadas por los estragos de las guerras y el genocidio, así como las afectadas por catástrofes naturales, en especial la DANA, recoge una tabla de demandas esenciales:

POR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA, ¡MÁS FEMINISMO!

Un año más llega el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres. Una jornada de lucha y reivindicación. Un día en que nuestras voces resuenan en las calles para exigir la igualdad real y efectiva en todos los ámbitos de la sociedad. No olvidamos que el feminismo no es sólo una palabra, sino una fuerza transformadora que cuestiona las estructuras de poder patriarcales.

Desde la Red Estatal de Mujeres Vecinales queremos alzarnos contra la desigualdad, la discriminación y la violencia que sufren las mujeres en todo el mundo, conscientes de que tenemos que considerar todas las interseccionalidades para hacer frente al machismo.

En este 2025 queremos hacer un homenaje y reconocimiento a las mujeres afectadas por los estragos de las guerras y el genocidio, así como las afectadas por catástrofes naturales, en especial la DANA. Las mujeres demostramos que ante las dificultades, la sororidad y la unidad pueden convertirse en herramientas poderosas para reconstruir vidas y comunidades. Por eso, hoy más que nunca levantamos la voz por ellas y por todas aquellas que han sido silenciadas por el sistema patriarcal.

Desde el feminismo:

– Reivindicamos el derecho a una igualdad social y laboral real. No aceptamos el techo de cristal, ni el suelo pegajoso; las brechas salariales siguen siendo una realidad en todo el Estado Español, con especial incidencia en las profesiones relacionadas con los cuidados, a pesar de ser imprescindibles para sostener la vida. Exigimos medidas efectivas para poner fin a esta injusticia y garantizar una redistribución equitativa de las responsabilidades y oportunidades.

Denunciamos con contundencia todo tipo de violencias machistas. No podemos permitir que cada día mujeres sean asesinadas, agredidas o asediadas. Exigimos políticas reales y un compromiso firme para erradicar esta lacra. Nuestra lucha no se parará hasta que todas seamos libres y seguras.

Pedimos que se tomen medidas contra todo tipo de mercantilización de los cuerpos de las mujeres, como la pornografía, la trata con fines de explotación sexual, los vientres de alquiler o la compra-venta de óvulos.

Exigimos a los medios de comunicación que abandonen el sensacionalismo y el tratamiento morboso de la violencia contra las mujeres. Que no minimicen ni desvirtúen la realidad violenta del patriarcado y eviten el sexismo y la hipersexualización.

Queremos la implantación de una verdadera coeducación que enseñe la igualdad y erradique los estereotipos y roles de género, donde los niños aprendan a ser respetuosos hacia las niñas y las mujeres estableciendo relaciones de igual a igual. El feminismo tiene que entrar a las aulas desde la niñez y en todos los niveles educativos. También en las instituciones. Solo así podremos construir una sociedad donde ser mujer no implique ser ciudadana de segunda y sufrir múltiples violencias a lo largo de la vida.

Este 8M salimos a la calle con orgullo y determinación, con la fuerza de todas las mujeres que hemos tenido detrás de nosotras, de aquellas que nos han abierto el camino. Somos la revolución que avanza, somos la voz que no calla, somos el cambio imparable. Por todo esto, tenemos que estar más unidas y determinadas que nunca para desmontar el discurso reaccionario y retrogrado que se ha instalado en nuestras instituciones. Porque no podemos permitirnos retroceder en derechos,

¡Por una sociedad más justa, más feminismo!

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