El IVIMA se niega a recibir a los vecinos de Orcasitas para tratar el problema del sistema de calefacción del barrio

“Ha sido un acto de prepotencia, no hay derecho. Lo que queremos es una negociación seria”. De esta manera resume la asociación vecinal Meseta de Orcasitas (Usera) la respuesta de los responsables del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) ante su demanda de negociación sobre la reparación del sistema de calefacción del barrio realizada esta mañana.

El IVIMA se niega a recibir a los vecinos de Orcasitas para tratar el problema del sistema de calefacción del barrio
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Alrededor de las 11 h, unas 500 personas de Orcasitas se concentraron durante una hora frente a la sede del IVIMA con objeto de demandar soluciones a este problema, pero ante la petición de mantener una reunión con los representantes del Instituto, éste ha puesto como condiciones recibir durante dos minutos únicamente a tres representantes vecinales del barrio. Las vecinos y vecinos, por su parte, solicitaron mantener una negociación “seria”, con más tiempo, y contar con la participación de cinco representantes, uno de ellos Nacho Murgui, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), que acudió al acto para apoyar, en nombre de las 250 asociaciones de la Federación, a los vecinos de Orcasitas.

El rechazo del IVIMA a la “más que razonable” propuesta vecinal levantó las iras de los concentrados, que ocuparon toda la calzada y prometieron continuar luchando hasta ser recibidos por la Comunidad de Madrid y ver satisfechas sus reivindicaciones. Las vecinas y vecinos demandan al IVIMA la reparación de su sistema de distribución calorífico, es decir, las tuberías que conectan la central con las viviendas. “No estamos aquí por ninguna coyuntura [política], sino porque tenemos un problema y aquí están quienes tienen la responsabilidad de solucionarlo, que además viven de nuestros impuestos”, aclaró Félix López Rey, portavoz de la AV Meseta de Orcasitas, antes de añadir: “Sabemos que nos asiste la razón. Hemos estado en el Registro número 16 de la propiedad de Madrid, donde se encuentran las viviendas de Meseta y desde mayo de 1995 está registrada la propiedad de la central térmica a nombre del IVIMA, luego son ellos los responsables”.

Con objeto de infundir ánimos entre sus vecinos, el histórico dirigente vecinal recordó que “hasta que salimos de las chabolas no pasaron días ni meses, sino años, pero al final lo conseguimos, como conseguiremos esto. Como ayer, la solución de los problemas pasa por la unión de la gente, hay que permanecer unidos, independientemente de lo que cada uno vote el domingo. Nos tienen abandonados, gobierne quien gobierne hay que dejar claro que los barrios también son Madrid”, apostilló.

La concentración de esta mañana también tenía como objetivo denunciar otros problemas que padece el barrio. Entre ellos, la situación de deterioro de su polideportivo. “Desde principios de diciembre el polideportivo carece de agua; el Ayuntamiento deja que las instalaciones se deterioren porque su objetivo es acabar privatizándolo”, afirmó, justo antes de anunciar que mañana a las 10,30 h la asociación vecinal organizará una visita con algunos concejales desde la sede del colectivo hasta el citado centro deportivo. Al día siguiente, en una asamblea vecinal en la que participará un antiguo vecino del barrio, el doctor Luis Montes, las vecinos y vecinos decidirán los siguientes pasos a dar en su lucha por reparar su sistema comunitario de calefacción.

A las 12 h se dio por terminada la concentración y la mayoría de los manifestantes regresaron a Orcasitas en los cuatro autobuses que la AV Meseta había fletado para la ocasión.

Orcasitas es el único barrio de Madrid que se autoabastece de energía calorífica al poseer una central térmica que gestionan, desde hace 30 años y de manera voluntaria, los propios vecinos. En los últimos años, éstos han invertido 90 millones de pesetas en renovar e informatizar las instalaciones de la central, pero ahora las tuberías de la red exterior se caen de viejas. Debido a su deterioro, el barrio ha sufrido 20 cortes de suministro en el último año. La reparación de éstas costaría unos tres millones de euros, es decir, unos 1.300 euros por cada familia, “algo extraordinariamente gravoso” en el barrio con menor renta per-cápita de la ciudad. “A ver cómo pueden pagar esa cifra personas que cobran 400 euros de pensión”, se pregunta Rey.

La central, que produce 15 kilovatios/hora y abastece a 2.400 hogares, es un modelo por su optimización del consumo y ahorro energético. De gasóleo en sus primeros tiempos, ahora funciona únicamente con gas natural, aunque en el exterior de la central ya se están instalando paneles solares.

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