A continuación reproducimos el texto de la AV de Quintana:
Desde antes de navidades los usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio del Ayuntamiento de Madrid sufren alteraciones de sus prestaciones. Ancianos y vulnerables ven reducidos o cambiados sus servicios. Los perjuicios afectan a miles de vecinos y vecinas. Las empresas prestatarias lo achacan a una huelga de sus empleados, que son miles, mayoritariamente mujeres de origen latinoamericano con los papeles en regla, con cualificaciones profesionales.
Perciben sueldos inferiores al salario mínimo, y tienen unas condiciones de trabajo muy duras: realizan varios servicios (con sus desplazamientos) al día en diferentes domicilios, con prestaciones distintas a cada receptor. La organización del trabajo dificulta los contactos entre las y los trabajadores. Estas circunstancias favorecen la aparición de abusos en horas extras y en los turnos.
Los servicios de atención a domicilio, en régimen de copago, se prestan por empresas contratadas por el Ayuntamiento, que establece las condiciones de los contratos. Al finalizar las antiguas contratas no se han redactado los nuevos pliegos de condiciones, aplazando la entrada en vigor de varias mejoras laborales, originando un serio conflicto.
¿Pero por qué? Los contratos son práctica habitual en las administraciones públicas, que cuentan con medios para en su tramitación. Y aquí estamos ante la decisión política de no elaborar los nuevos pliegos de condiciones. La explicación más plausible es el rechazo del marco legal que incluye subidas en el salario mínimo y otras mejoras establecidas por el Gobierno.
Así las cosas, han preferido originar una huelga, que dura más de un mes. El hecho de que las prestatarias hubiesen llegado a acuerdos con sus trabajadores lo confirma. Recientemente, el Ayuntamiento emitió un canto de sirena: solicitó a los convocantes los pliegos anteriores, para redactar los nuevos. Una semana después, la situación sigue igual. Por favor, piensen más en sus usuarios y usuarias y apliquen la legalidad vigente. Miles de personas necesitan estas prestaciones.