Carta abierta a Esperanza Aguirre en el centenario del nacimiento de Salvador Dalí

Al margen de los fastuosos homenajes celebrados bajo la marca Año de Dalí, la integridad de la única actuación urbanística del genial artista de Figueres corre peligro.

Los vecinos de la plaza de Felipe II, amén de algunos ciudadanos amantes del arte y la cultura, llevan meses intentando paralizar las obras de remodelación de la plaza en lo que afectan a la integridad del Dolmen de Dalí, la única actuación urbanística del artista catalán y su última creación plástica. Hoy, en el centenario del nacimiento del artista, los defensores de su obra han remitido la siguiente carta a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, a fin de que medie con el Consistorio de la capital para que catalogue el conjunto monumental como Bien de Interés Cultural y reciba, por tanto, la protección que a esta categoría corresponde. Ochocientas firmas, muchas de ellas de artistas de reconocido prestigio, avalan esta iniciativa. Carta abierta a Esperanza Aguirre“En 1985 Salvador Dalí diseñó la plaza que lleva su nombre en la capital de España, siendo alcalde el socialista D. Enrique Tierno Galván. La inauguración tuvo lugar el 17 de julio de 1986, con presencia del entonces alcalde D. Juan Barranco, habiendo ya fallecido D. Enrique. Tres años después moriría Dalí. La plaza de Salvador Dalí alberga el conjunto monumental El Dolmen de Dalí, compuesto por un dolmen megalítico, una estatua homenaje a Newton que apoya en un pedestal en honor a Gala, y cuyo basamento es un enlosado de diseño especial y disposición radial que completa la significación estética e interpretativa del conjunto. Es la única actuación urbanística del artista catalán en su dilatada historia y su última creación plástica. Para su plasmación técnica fue necesario el auxilio de los arquitectos del Ayuntamiento de Madrid, dadas las limitaciones físicas del genio, pero fue él quien ideó la plaza y quien aprobó los diseños definitivos, tal y como se muestra en el Acuerdo firmado el 12 de noviembre de 1985 entre Dalí y Tierno Galván. Dicho acuerdo no se circunscribe a su parte literal, sino que incluye como anexos dos bocetos firmados por el autor con fecha 25 de julio y 2 de octubre de 1985. En estos anexos están contemplados los cuatro elementos básicos del conjunto monumental antes mencionados. Incluso, como el proceso creativo es tan complejo, la Cláusula Tercera del Acuerdo contemplaba la cautela del artista mediante la cual se reservaba la aprobación de los diseños de ejecución. Desde julio de 1985 a julio de 1986 fueron numerosas las visitas que hicieron a Figueras personas como Eduardo Capa, Santiago Amón, Jesús Jiménez Cañas, Alfonso Güemes, Emilio Esteras o Jesús Espelosín. Los arquitectos dibujaban en la antesala según sus indicaciones y después entraban para que Dalí eligiera el diseño que mejor reflejaba su idea. Después los técnicos plasmaron estos diseños en planos y así, en octubre de 1985, estuvo preparado el proyecto de urbanización de la plaza de Dalí. Más tardó la concreción de la estatua y su pedestal, cuyo diseño definitivo llegó en abril del 86. Desde Figueras, mediante fotografías y maquetas, Dalí seguía la ejecución del proyecto con detalle. Como muestra, el hecho de que pocos días antes de la inauguración ordenase dibujar muescas en la cara de un pilar del dolmen que no quedaba estriada, como él había indicado. Suyo fue el criterio de la “plaza dura”, a semejanza de tantos de sus cuadros o de las plazas de Chirico. Suya la idea del centro de gravedad telúrico del que salían los rayos y el propio dolmen. ¿De quién si no la indicación de un suelo en mármol con el mismo dibujo? Hubo que convencerle con razones de seguridad para los viandantes, para que cambiase el material a granito. Su generosidad le llevó además no sólo a realizar los diseños gratis, sino a ceder sus derechos para cofinanciar la construcción. Poco se dice de esto, cuando injustamente se le trata de tacaño y avariento. Desde hace dos años, el Ayuntamiento de Madrid está actuando para desmembrar, mutilar y desfigurar esta obra de Dalí. Y siempre bajo un falso paraguas: la afirmación de que no es creación del genio del Ampurdán. Con esta negativa falaz, amparada en la ocultación de las pruebas, del Acuerdo, de los diseños, incluso de la memoria colectiva, José María Alvarez del Manzano pretendía llevarse el dolmen, mover la estatua, destruir el pedestal y borrar el enlosado. Tras la movilización ciudadana y el apoyo de algunas instituciones, se van salvando cosas poco a poco. Pero aún queda.Gallardón sigue negando que el enlosado sea idea de Dalí. Para amparar su engaño, oculta los diseños firmados por el catalán. Eso posibilita que hoy, en el centenario de su nacimiento, su última obra esté siendo mutilada. Y la Comunidad de Madrid lo permite, no facilitando estos dibujos a la opinión pública, resistiéndose a otorgar un nivel de protección oportuno al conjunto monumental y a la plaza e incluso, dejando huecos a un traslado futuro por su incongruente catalogación como bien mueble.Señora presidenta, es momento de que tome cartas directas en el asunto y contribuya a que se reconozca la realidad. Las imágenes que le adjuntamos muestran la coherencia entre lo firmado por Dalí y lo realizado. Así lo perciben los ciudadanos que con su firma apoyan la declaración de Bien de Interés Cultural de esta obra en su integridad. Madrileños, españoles, europeos, ciudadanos del mundo… más de ochocientas firmas cuyos originales tenemos a su disposición. Entre las muestras de apoyo para evitar la destrucción de El Dolmen de Dalí destacan las de personalidades de la sociedad y la cultura del Ampurdán como Josep Mª Guinart, alcalde de L’Escala-Empuries; Laura Fajula, concejal de Cultura del Ayuntamiento de l’Escala-Empuries y Susi Guri Sureda, directora de la Escola Bressol Ballmanetes de L’Escala; los empresarios Jaume Subirós, director y propietario del Motel Ampurdán, patrocinador del Año Dalí, y Jordi Roura Hermoso, director de Galería de Arte; el escritor Josep Valls y los pintores Ricardo Anson, Ramón Pujolboira, Daniel Lleixà, Josep Ministral y Lluís Roura, pintores de gran prestigio en el Ampurdán y que Salvador Dalí recibió en su residencia de Torre Galatea para agradecerles la realización de una pintura-mural en homenaje suyo en Figueras, en 1984.No debemos olvidar las importantes peticiones realizadas en los últimos meses por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid y por el Grupo Municipal Socialista, con apoyo del Grupo Municipal de Izquierda Unida, para que el Ayuntamiento de Madrid solicite la declaración de Bien de Interés Cultural del conjunto monumental. Tampoco podemos obviar el apoyo a las iniciativas de defensa del Dolmen de Dalí por parte de la Casa Real, del Defensor del Pueblo, y del Presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, D. Fernando Chueca-Goitia.Le agradeceríamos que diese traslado de la presente para su inclusión en el expediente que se tramita, así como que tenga en cuenta nuestro interés por mantener una entrevista con usted’.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Archivo