Defendamos Madrid Central como un paso imprescindible para extender medidas contra la contaminación en toda la ciudad

Ante la decisión del nuevo Gobierno de la capital de suspender las multas de Madrid Central a partir del próximo 1 de julio durante dos meses, que en la práctica supone paralizar esta conquista ciudadana, más de 70 organizaciones, la FRAVM entre ellas, han puesto en marcha la Plataforma en Defensa de Madrid Central. Tras presentarse públicamente y solicitar una reunión de urgencia con el alcalde, la nueva red convoca una manifestación para el próximo sábado 29 de junio.

Defendamos Madrid Central como un paso imprescindible para extender medidas contra la contaminación en toda la ciudad
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La marcha, que se prevé multitudinaria, partirá a las 19:00 de la plaza de Callao y, tras descender por la Gran Vía, finalizará en la plaza de la Cibeles, frente a la sede consistorial. La impulsan colectivos como Greenpeace, la Federación de Asociaciones Defensa de la Sanidad Pública, Ecologistas en Acción, la FAPA Giner de los Ríos, Pedalibre, Amigos de la Tierra, CCOO, la Coordinadora de AAVV de Centro y por supuesto la FRAVM, que ha realizado un llamamiento a sus asociaciones para que participen activamente en la protesta.

No en vano, desde los años ochenta del siglo pasado la federación vecinal reclama la limitación del tráfico en el centro de la ciudad así como otras medidas para rebajar los elevados índices de contaminación de la capital y de la comunidad autónoma. “Por ello, era imprescindible formar parte de la plataforma y por ello es importante que el conjunto de las organizaciones vecinales participemos en la defensa de las mejoras ambientales conseguidas hasta la fecha, como es el caso de Madrid Central”, subraya el presidente de la FRAVM, Quique Villalobos.

La creación de un Área de Prioridad Residencial para todo el distrito Centro es una vieja demanda de las asociaciones vecinales de esta zona de la capital, que han recibido la noticia de reversión de Madrid Central como un auténtico jarro de agua fría. Su defensa no tiene nada que ver con colores políticos. Detrás se encuentra la preocupación por mejorar la salud de la población.

Tal y como indica la Plataforma en Defensa de Madrid Central en su manifiesto fundacional, “la contaminación atmosférica es responsable de cerca de 38.600 muertes prematuras al año en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. En los primeros meses de funcionamiento de Madrid Central, informes técnicos han constatado que en esta zona descendieron los óxidos de nitrógeno (NOx) en un 38% y el dióxido de carbono (CO2) en un 14,2%. En toda la ciudad, la bajada fue del 9 y el 2%, respectivamente. En el primer trimestre del año, marcado por una estabilidad atmosférica sin parangón en los últimos 10 años, mientras en el resto de la Comunidad de Madrid la contaminación creció un 28%, en Madrid solo lo hizo un 19% y la única diferencia era que en la ciudad existía Madrid Central. El tráfico en zonas tan congestionadas como la Gran Vía se ha reducido desde la implantación hasta un 24%, lo que ha contribuido a la reducción de emisiones tóxicas y de su incidencia en dolencias como bronquitis, infartos, asma o fatiga”, puede leerse en el escrito.

“Ya que Madrid Central ha funcionado, lejos de suspenderlo, lo que se hace ahora imprescindible es trasladarlo de forma equivalente a aquellas zonas de la ciudad que en las estadísticas aparecen como puntos negros de contaminación, a la vez que se toman otras medidas que ya están contempladas en el Plan A o en la Estrategia de Residuos del Ayuntamiento”, sostiene Quique Villalobos. Medidas como la creación de las Zonas de Aparcamiento Vecinal (ZAV), la eliminación y reemplazo de las calderas de carbón y gasoil, el cierre de la incineradora de Valdemingómez, la creación de la llamada M-35 de autobús o la puesta en marcha de carriles bus-vao en todas las entradas a Madrid, reivindicaciones que la FRAVM ha trasladado a todas las formaciones políticas y a las administraciones locales y regional.

Es el momento de adoptar una mirada centrífuga que nos lleve del Madrid Central al Madrid periférico, para que la salud no esté supeditada al uso de los vehículos privados o de otros intereses mercantiles. A tal fin, esperamos contar con la máxima participación de las asociaciones vecinales y sus vecinos y vecinas en la manifestación de este sábado, porque es de nuestra salud de lo que estamos hablando”, concluye el presidente de la FRAVM.

La nueva plataforma ha abierto el sitio web https://plataformaendefensademadridcentral.home.blog/ En él puedes encontrar y descargarte diversos materiales de difusión para apoyar la manifestación y otras acciones en defensa de Madrid Central.

A continuación reproducimos el manifiesto fundacional de la coordinadora

Manifiesto de la Plataforma en Defensa de Madrid Central

Madrid Central es una cuestión de salud. La contaminación del medio ambiente y la mala calidad del aire que respiramos quienes vivimos en esta ciudad son problemas extremadamente graves que deben estar desvinculados de los colores políticos con los que cada cual se identifique.

En un contexto de alerta climática, Madrid Central ha demostrado ser una medida altamente efectiva que ha permitido conseguir datos históricos en la bajada de los niveles de contaminación en el centro y norte de la ciudad, sin atisbo de “efecto frontera” [1]. A ello se suma el impacto directo en la reducción de problemas de salud derivados de la contaminación, que conciernen no solo a madrileños y madrileñas, sino también a las poblaciones vecinas; y la mejora de la movilidad en la ciudad, donde el transporte público ha visto incrementado su uso en más de 60.000 personas, según datos de la EMT [2].

La contaminación atmosférica es responsable de cerca de 38.600 muertes prematuras al año en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente [3]. En los primeros meses de funcionamiento de Madrid Central, informes técnicos han constatado que en esta zona descendieron los óxidos de nitrógeno (NOx) en un 38% y el dióxido de carbono (CO2) en un 14,2% [4]. En toda la ciudad, la bajada fue del 9 y el 2%, respectivamente. En el primer trimestre del año, marcado por una estabilidad atmosférica sin parangón en los últimos 10 años, mientras en el resto de la Comunidad de Madrid la contaminación creció un 28%, en Madrid solo lo hizo un 19% y la única diferencia era que en la ciudad existía Madrid Central. El tráfico en zonas tan congestionadas como la Gran Vía se ha reducido desde la implantación hasta un 24% [5], lo que ha contribuido a la reducción de emisiones tóxicas y de su incidencia en dolencias como bronquitis, infartos, asma o fatiga.

Madrid Central es una medida elogiada internacionalmente, ha resultado ser la más eficaz de cuantas se han tomado en nuestro país y ha evitado la sanción que Bruselas debía imponer al estado español por incumplimiento de la directiva europea de calidad del aire [6]. Y va más allá: la ambiciosa medida nos invita a imaginar un nuevo concepto de ciudad en el que las personas y la movilidad sostenible, ya sea a pie o en medios como la bicicleta o el patinete, cobran protagonismo. Un nuevo paradigma de ciudad más saludable, confortable y segura.

Cambiar los hábitos de la ciudadanía es un reto que requiere constancia y coherencia. La autorreflexión es un trabajo a realizar por cada persona, que debe cuestionarse si el coche privado es tan imprescindible como marcan nuestras costumbres. Si nos planteamos cuántos carriles, aceras y aparcamientos dedicamos a los coches y cuánto espacio público a las personas; si observamos los datos relacionados con la emergencia climática, la conclusión ineludible es que debemos cambiar nuestros hábitos. No podemos aceptar más moratorias, no sobreviviremos si no cambiamos.

Nuestro futuro, el futuro de nuestras hijas e hijos y del planeta, depende de las medidas valientes que los gobiernos tomen respecto a los problemas medioambientales, y también de la concienciación de la ciudadanía sobre la necesidad de adaptar nuestro hábitos. Un avance como Madrid Central no puede ser revertido por cuestiones ideológicas, ni los factores políticos se deben anteponer nunca a la salud y el bien común. El anuncio de su derogación ha motivado la creación de la Plataforma en Defensa de Madrid Central, conformada por asociaciones, grupos vecinales, profesionales de la salud, colectivos ecologistas y otras organizaciones. Nuestro propósito es exigir que se mantengan las limitaciones al tráfico y poner en valor todo lo que significan en cuanto al mantenimiento, apoyo y desarrollo de medidas reguladoras en nuestras ciudades. La prioridad es evitar la incidencia de las emisiones contaminantes en el medio ambiente y en nuestra salud.

La anunciada moratoria de multas anunciada para el 1 de Julio por el nuevo Gobierno Municipal, retorciendo el artículo 247 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible de forma dudosa, se ha realizado sin estudios técnicos sobre sus consecuencias, sin consenso social y, significa de facto, la anulación de todo el área llamada Madrid Central y la eliminación implícita de las anteriores Áreas de Prioridad Residencial. Esta decisión no solo impedirá seguir evaluando correctamente los resultados de Madrid Central para poder fundamentar cualquier mejora a realizar, sino que contraviene toda lógica de adaptación gradual y cambio de hábitos que debe acompañar a las políticas de movilidad.

Por ello, y con el fin de mostrar a nuestros gobernantes esta acuciante preocupación ciudadana, invitamos a cualquier persona u organización social a apoyar este manifiesto. Además, animamos a seguir con atención las acciones contra la derogación de Madrid Central programadas por la Plataforma para las próximas semanas, entre las que destaca la manifestación convocada para el próximo sábado día 29 de junio, a las 19:00 horas, con salida de Callao y llegada a Cibeles.

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