El vallecano Campo Azul “se alza en pie de agua”

Durante la semana del 14 al 18 de marzo, el solar situado en la calle Río Esmeralda, en pleno corazón del barrio Triángulo del Agua de Puente de Vallecas, ha experimentado un gran cambio. El muro gris y frío que rodea la parcela se ha transformado, gracias a la intervención de un grupo de jóvenes del lugar, en un “mural lleno de vida y de color”.

El vallecano Campo Azul “se alza en pie de agua”
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La recuperación de este espacio en desuso es un proyecto de la AV Alto del Arenal y el Servicio de Dinamización Vecinal de la FRAVM en convenio con el Máster de Arquitectura Efímera y el colectivo Boamistura, a cargo de los Planes de Barrio del Ayuntamiento de Madrid. Como el resto de zonas beneficiarias de estos planes, el Triángulo del Agua posee una elevada tasa de personas en riesgo de exclusión. “Muchas veces se habla de esta zona como si de un gueto se tratara, pero la diversidad de su población constituye una potencial riqueza que desde la iniciativa social y comunitaria deseamos potenciar como un valor positivo y no como una amenaza”, sostiene la dinamizadora vecinal Sonia Conde.

La intervención en el muro que circunda el degradado solar de la calle Río Esmeralda se inició con un análisis de la zona y el diseño de un proceso participativo. Sus promotores organizaron entonces sesiones de trabajo con jóvenes del barrio de diferentes entidades con objeto de recoger ideas, propuestas, frases y colores con los que identifican el barrio, además de captar su identidad, algo que pudiese plasmarse en un mural colectivo. El Servicio de Dinamización Vecinal se encargó de contactar y conectar a los grupos participantes, mientras las alumnas del Máster de Efímeras y el colectivo Boamistura consiguieron “de manera mágica proyectar en una imagen el sentir de un barrio”. Una imagen y un lema, que hoy puede leerse a lo largo de todo el muro: “todo un barrio se alza en pie de agua”.

En la intervención han participado alrededor de 60 chavales de las asociaciones Barró, La Kalle, Chispa e Iris Vallekano, así como sus educadores de referencia, graffiteros del Centro Social Okupado Atalaya y niños y niñas de la zona. Todos ellos, “armados con brochas, pinceles y pinturas de colores, han transformado en una semana con su ilusión y su alegría un espacio deteriorado en una obra de arte”, sostiene Conde, antes de continuar: “En nuestro barrio nos encontramos con una alta tasa de población juvenil desempleada y sin formación, adolescentes con problemas de fracaso escolar, con los estudios obligatorios sin completar…pero que son capaces de dar respuestas muy positivas a acciones que les posibiliten ser protagonistas activos y agentes de transformación del entorno”.

La del mural no es la única acción comunitaria que se ha realizado en la parcela del Campo Azul. Puedes ver una muestra de otras iniciativas en el siguiente video.

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