World Mobile Congress: escaparate de una vanguardia tecnológica insalubre e insegura

La Plataforma Estatal contra la Contaminación Electromagnética denuncia el vasallaje institucional al lobby de las comunicaciones inalábricas, que estos días se da cita en Barcelona en el World Mobile Congress.

World Mobile Congress: escaparate de una vanguardia tecnológica insalubre e insegura
World-Mobile-Congress-escaparate-de-una-vanguardia-tecnologica-insalubre-e-insegura-1.jpg

Barcelona acoge una nueva edición del World Mobile Congress auspiciado por instituciones públicas (Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Ministerio de Industria, Energía y Turismo) que integran la Fundación MWCB (Mobile World Capital Barcelona), junto a la GMSA, grupo representante de los operadores móviles.

Tal y como declaran en sus objetivos, esta fundación ‘se pone al servicio’ del lobby internacional de la comunicación inalámbrica en busca de mercados para sus múltiples ramificaciones públicas y privadas (servicios públicos, comunidad educativa, sanitaria, industrial, consumo privado), pues su “fin principal es generar las condiciones óptimas para que empresas y agentes de ámbitos distintos puedan llevar a cabo esa transformación, y que todo ello se traduzca en un impacto en el territorio.” La Fundación MWCB pretende ser un instrumento que actúe “como motor para el desarrollo y la internacionalización del conjunto del tejido empresarial de Barcelona, de Cataluña y de España.”

Todo ello sería estupendo si no se estuvieran refiriendo a dispositivos inalámbricos que suponen un peligro para la salud pública, tal y como recoge la Resolución 1815/2011 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), a la cual se han adherido las Juntas Generales de Guipuzcoa, los ayuntamientos de Hospitalet de Llobregat, Vitoria-Gasteiz, Donostia y Errentería, además de los Parlamentos navarro y vasco, que insta a los estados miembro a poner en marcha con carácter urgente una serie de actuaciones como: (8.1.1.) “tomar todas las medidas razonables para reducir la exposición a campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias emitidas por los teléfonos móviles, en particular la exposición en niños y jóvenes, para quienes el riesgo de tumores en la cabeza parece mayor”, aplicar el principio ALARA reduciendo los niveles de exposición “tan bajo como sea razonablemente alcanzable” atendiendo también a los efectos biológicos (no contemplados en los límites legales actuales), primando en las aulas la conexión a internet por cable (ante el Wi-Fi) e implicando a la comunidad educativa en campañas que alerten de los “riesgos específicos del uso precoz, indiscriminado y prolongado de los teléfonos móviles y de otros dispositivos que emiten microondas”. Nada de esto parece preocupar a ninguna de las instituciones públicas que auspician, colaboran y participan en los intereses “cortoplacistas” de pingües beneficios, donde el Mobile World Congress es pilar fundamental de la Fundación MWCB.

Desde la Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética (PECCEM) denunciamos, como grave irresponsabilidad, la inacción del Ministerio de Sanidad a este respecto por dejación de sus funciones frente a las reiteradas alertas emitidas por el Parlamento Europeo, la mencionada Resolución 1815 del APCE, la Agencia Europea del Medio Ambiente, la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo y la Comisión Internacional para la Seguridad Electromagnética, entre otras. Estas alertas están basadas en un creciente cuerpo de investigaciones científicas que reportan graves daños para la salud de este tipo de tecnologías, recogidas en el Informe Bioinitiative, lo que llevó en el 2011, al Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS a clasificar a todo el espectro de las radiofrecuencias como “posible carcinogénico en humanos”, siendo considerado ya, en investigaciones más recientes, como “carcinógeno humano conocido” (al igual que el tabaco y el amianto) como nos avanza la actualización 2014 del Informe BioInitiative.

Desde la PECCEM denunciamos la apuesta de los organismos públicos integrantes de la Fundación MWCB de convertir Barcelona en la primera ciudad inteligente o Smart City del Estado (por medio de tecnologías inalámbricas), vulnerando los derechos humanos de las personas que padecen de electrohipersensibilidad y desatendiendo al principio de precaución solicitado desde diferentes organismos europeos y desde la comunidad científica que advierten de los peligros de sus riesgos para la salud y de las medidas de uso de menos riesgo cuando no sea posible aplicar alternativas técnicamente más eficaces, seguras y no contaminantes como la conexión a internet por cable.

Este posicionamiento de administraciones públicas con los intereses “cortoplacistas” del sector del móvil, olvidan igualmente que las compañías aseguradoras ya reconocieron los riesgos potenciales de los dispositivos emisores de campos electromagnéticos, y que los intereses legítimos de la industria pasan por combinar los derechos de los consumidores y de la salud.

Para la PECCEM, que el proceso de digitalización de las aulas obvie las técnicas más sencillas eficaces, seguras y no contaminantes (cableado) al promocionar la implantación masiva de tecnologías inalámbricas en los centros escolares (mEducation y mSchools). La Fundación MWCB está convirtiendo las aulas públicas en lugares insalubres e inseguros para niños y jóvenes, más vulnerables que los adultos a este tipo de contaminación ambiental tanto a nivel fisiológico (penetración craneal hasta 5 veces mayor que un adulto, órganos en desarrollo, mayor efecto acumulativo por inicio precoz,…) como psicológico (más vulnerables a la publicidad y a la presión grupal).

Este ataque a los derechos de la infancia contrasta con aquellas instituciones que ya están aplicando el principio de precaución aconsejado en la resolución 1815 del APCE, como la retirada de los dispositivos Wi-Fi de la red de escuelas municipales de educación infantil de Hospitalet de Llobregat.

Desde la PECCEM apostamos por que este tipo de eventos aprovechen este ámbito para potenciar el uso de dispositivos biocompatibles, alerten de los peligros del uso precoz, indiscriminado y prolongado de los teléfonos móviles y otros dispositivos inalámbricos y eduquen sobre cómo reducir dichos riesgos.

Por último, hacemos un llamamiento urgente a la responsabilidad pública de la comunidad informativa de nuestro país, para que se informe, conozca y difunda las implicaciones, dimensiones y consecuencias de esta problemática de salud pública.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Archivo